NUEVA YORK. Su caso ha conmocionado a Estados Unidos, seguramente desatará una carrera por llevarle a los platos de los late night y, de paso, cuestiona la consciencia de determinados padres que son capaces de someter a sus hijos a unos esfuerzos extenuantes para unos chicos de esa edad.
El personaje en cuestión se llama Anthony Russo y tiene cinco años. Corrió el sábado pasado un medio maratón en Nueva Jersey en 2:22.25. No es el primero de su edad que lo corre -ya lo había hecho otro crío estadounidense en 3.07-, pero el tiempo que hizo ha dejado boquiabierto al mundo del atletismo. Con tal marca superó, en la categoría de sub17 de 10 kilómetros (1.04:30), a un niño de 14 y otro de 12.
Anthony no se quedó ahí. Siguió hasta completar el medio maratón, en esa especie de juego que le había metido su padre. «Correrá hasta donde él quiera. Para él es como un premio», contó antes de empezar cuando su hijo, con candidez, decía que él iba «a ganar» esa carrera.
Según cuenta Runners World, el joven no acusó el cansancio ni tuvo dolores al terminar la prueba: «Se había levantado a las 5.30 para desayunar. Pero después de correr, quiso que le pintasen la cara, comió, se fue a una tienda, luego volvió a casa y volvió a irse corriendo a casa de un amigo porque quería compartir con él su nuevo juguete de Supermán. Y mientras mi mujer estaba durmiendo, él seguía jugando», comentó Nick Russo, el padre, a los periodistas.
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