Prospectos con bonos millonarios que están a la espera de la MLB

Puerto La Cruz. 16 años de edad y 2.8 millones de dólares en la cuenta bancaria. ¿En qué invertirlos? ¿Qué hacer con tanto dinero?
Esta historia la vivió Adonys Cardona en 2010, cuando estampó su firma con Azulejos de Toronto para participar en el béisbol organizado.
La novela del pítcher derecho es tan sólo una de las que han palpado más de una docena de prospectos criollos, que a temprana edad han conseguido contratos de siete cifras de billetes verdes por sus habilidades en la pelota.
¿Qué pasó con sus carreras? ¿Cumplieron con las expectativas? En la actualidad, el nombre de Miguel Cabrera destaca por encima del resto, mientras que otros deambulan por Ligas Menores o no han contado con el tiempo suficiente para demostrar sus condiciones.
Cardona, ahora de 19 años, exhibe una recta sobre las 90 millas por hora y tiene la “pequeña” presión der ser el jugador por cuya firma una organización de MLB ha pagado más dinero en la historia de Venezuela. Una bicoca de $2.8 millones (Bs17.640.000 al cambio oficial actual).
Se estimaba que el nativo de Chuspa, Vargas, arribara a la élite de la pelota norteamericana en cuatro años, uno menos que el promedio de un jugador de “talla media”. Posee una experiencia de tres temporadas en el sistema de granjas del club canadiense, aunque los números no parecen respaldar lo que desembolsó su equipo en 2010.
Presenta foja de una victoria y seis derrotas en tres campañas en nivel Rookie, con efectividad de 5.70. Su único festejo fue en 2011, cuando se estrenó. El diestro, aquejado por lesiones, pasó de tener una carrera como abridor a convertirse en un posible brazo del bullpen.
El jardinero Yorman Rodríguez y el monticulista Víctor Sánchez forman otro par de noveles criollos que aseguraron su futuro económicamente. Acordaron por $2.5 millones nada más por decirle que “sí” a los contratos que les ofrecieron. El patrullero pactó con Rojos de Cincinnati en 2008 y el pítcher firmó con Marineros de Seattle en 2011.
Rodríguez, de 1.93 metros de estatura y cerca de 80 kilogramos, vivió un duro proceso de adaptación y este año participó en su quinta zafra en
EE UU. Ha avanzado paulatinamente por Rookie, Clase A fuerte y Doble A, donde sonó cuatro vuelacercas y remolcó 31 anotaciones en 66 cotejos en 2013. Según scouts de Cincinnati, el nativo ha mejorado su velocidad y alcance en los jardines, mientras que hace ajustes ofensivos. Se espera que en 2014 comience en Doble A.
En apenas dos campañas Sánchez demostró el por qué Seattle apostó por su futuro. Con 18 primaveras acumula dos certámenes en Clase A- y A, con balance de 12-8 y 2.95 de efectividad. Su palmarés incluye un juego sin hits ni carreras en julio de 2013, cuando ponchó a ocho y no dio boletos. El juego perfecto le fue esquivo debido a un pelotazo que le propinó a un rival en la primera entrada y dos errores del campocorto Ketel Marte en el octavo acto.
Renato Núñez ($2.2 millones en 2010), Adys Portillo ($2 millones en 2008), Franklin Barreto ($2 millones en 2012) y José Leal ($1.9 millones en 2011) figuran en la lista de los bonos más sustanciosos para venezolanos y continúan su proceso de aprendizaje en busca de grabar sus nombres en la élite de la pelota universal, como Miguel Cabrera, quien en 1999 recibió 1.8 millones de dólares por parte de Marlins de Florida, la octava cifra más alta para un criollo.
Marlins, ahora de Miami, apostó a las condiciones de Cabrera a sus 16 años y sacó ganancias. La historia del maracayero es conocida. Dos veces seguidas Jugador Más Valioso de la Liga Americana (2012-2013), el año pasado se convirtió en el primer pelotero en conseguir la Triple Corona ofensiva (promedio, jonrones e impulsadas) desde Carl Yastrzemski (1967) y acumula tres campeonatos de bateo al hilo en el circuito.
Comparaciones
Sin embargo, no todos son Miguel Cabrera.
Está el caso de Jackson Melián. Con 17 años, el anzoatiguense logró en 1997 la firma más alta para un nativo hasta esa fecha, gracias a los 1.6 millones de dólares que le dio Yanquis de Nueva York. Las proyecciones eran colosales, pero una serie de acontecimientos, como el fallecimiento de sus padres en un accidente automovilístico, truncaron su carrera y se quedó a un paso de llegar a Grandes Ligas.
A ese nivel sí arribó, y se mantiene, Jesús Montero, otro patrio que en su momento rubricó con los mulos del Bronx por $1.65 millones (2006). Tras seis ediciones en las menores, ascendió al big show en 2011 con los neoyorquinos y dejó números aceptables de .328 de promedio, cuatro jonrones y 12 fletadas. El carabobeño fue traspasado a Seattle en 2012 y sigue con el conjunto naviero.
Al menos 17 prospectos nacidos en la tierra de Simón Bolívar acordaron dar el salto al béisbol profesional este año a cambio de incentivos de 200.000 dólares o más, incluida media docena de reclutas que firmaron por encima de un millón de dólares, entre ellos Gleyber Torres.
Cachorros de Chicago se fajó con $1.7 millones para tener en su nómina al campocorto, reconocido por su buena ofensiva y poder ocasional, parecido al portocruzano Asdrúbal Cabrera.
Torres es el segundo mejor prospecto del mundo, según algunos conteos como el de Baseball América. No en vano recibió la segunda cuota más alta de billetes verdes en Latinoamérica detrás del lanzador dominicano José Almonte, quien pactó con Texas por $1.8 millones.
Yeison Yrizarri (Texas, $1.350.000), Yeltsin Gudiño (Toronto, $1.200.000), Carlos Herrera (Colorado, $1.100.000), Greifer Andrade (Seattle, $1.080.000) y José Herrera (Arizona, $1.060.000) fueron los otros cinco nativos que acordaron por siete cifras.
Las contrataciones de nuevos valores son grandes apuestas que hacen organizaciones de MLB, pero como en las loterías a veces ganan y a veces se pierden.
El fenómeno Mazara
El dominicano Nomar Mazara es el prospecto internacional “más caro” en la historia de Grandes Ligas.
Rangers de Texas desembolsó cinco millones de dólares en 2011 para hacerse de sus servicios. El quisqueyano es un jardinero y bateador zurdo de poder y según los especialistas, es la mayor joya de poder de Latinoamérica desde la firma de su compatriota Wily Mo Peña con Yanquis de Nueva York y del venezolano Miguel Cabrera con Marlins de Florida en 1999.

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