Gabriel Elías Sánchez sueña con ser el primer hondureño en llegar Grandes Ligas

A pesar de que el béisbol de Honduras pasa momentos bajos por la escasez de dirigentes y por la poca visión futurista de la Federación de Béisbol Aficionado (Febha), hay muchos talentos que destacan y que necesitan mayor proyección, ya que este deporte, aunque muchos no lo crean, fue el primero en practicarse en Honduras, incluso fue considerado el deporte más importante hasta mediados del siglo pasado, donde su máxima instalación deportiva fue el estadio Nacional.
Por lo anterior, el hondureño también tiene grandes aptitudes para practicar este deporte, y no solo en Tegucigalpa y San Pedro Sula, sino en La Ceiba, El Triunfo, Siguatepeque, Islas de la Bahía, Puerto Cortés, Tela y otros.
Prueba de lo anterior es el talentoso lanzador de La Ceiba, Gabriel Elías Sánchez López, quien a su escasa edad ya quema la liga con sus lanzamientos rápidos a 63 millas por hora, nadie lanza a ese ritmo en la liga menor de Tegucigalpa, donde es refuerzo de lujo de la novena de los Cachorros.
Curiosamente, a pesar de nacer en una zona futbolera, a Gabriel no le gusta ese deporte, aunque lo ha practicado: “no me llama la atención, lo he practicado en la escuela, pero me gusta más el béisbol e incluso también el baloncesto”.
Desde los 5 años que ingresó al béisbol es su gran pasión, pasando por las novenas de Palmeras, Delfines, Dragones, con el sabio consejo de su mánager Mario Portillo, quien lo recomendó a Arnaldo Barahona, su actual preparador en Cachorros.
“Me gusta ver los partidos de béisbol de Grandes Ligas sobre todo de los Yankees, espero que sean campeones este año.
Admiro mucho a Mariano Rivera, lástima que se retiró, aunque soy abridor y mi ídolo ha sido Josh Beckett, paradójicamente de los Medias Rojas de Boston, aunque ahora juega en los Dodgers de Los Ángeles, como bateador admiro a Mike Napoli de Boston”, dijo.
A pesar de ser el más veloz de la Liga, todo lo toma con calma, a sus 12 años sabe que todo el éxito y sueños pueden basarse en prepararse bien, seguir los consejos de sus mentores y esperar llegar a la gran carpa, donde actualmente hacen cola peloteros como Jorge Zavala y Denis Díaz: “a esta edad no puedo lanzar curvas ni otro tipo de lanzamientos, mis entrenadores me están cuidando al máximo. Hago 50 lanzamientos diarios, corro 30 minutos, pero también debo cumplir con mis deberes de estudiante del primer curso en un colegio bilingüe. Me gusta mucho las matemáticas y gracias a Dios tengo buenas notas que andan entre 93 y 100 porciento”, agregó.
Y es que Gabriel tiene el apoyo total de sus padres Francisco Sánchez y Cámala López, ya que debe venirse los viernes a competir a Tegucigalpa, ya que en La Ceiba esa categoría ya no existe, lo bueno es que Cachorros corre con los gastos de movilización para jugar con ellos en la liga local, así se va protegiendo un gran prospecto hondureño.
“Mi gran sueño es ganarme una beca deportiva a través del béisbol y debutar en Grandes Ligas, no es un camino fácil, pero tengo las ganas de llegar lejos”, comentó.
A pesar de venir de lejos a jugar en la liga menor capitalina, se siente apreciado por el grupo, forma parte de un elenco de 16 muchachos que quieren ser campeones, y él con sus lanzamientos y el don de gentes se ha ganado un cupo en esa escuadra: “también juego de paracorto, me gusta batear no lo hago mal; en el panamericano de Guatemala realizado el año pasado quedé cuarto lugar en esa rama. Además gané liderato de ponches con 16 propinados”.
ASÍ LO VE SU TÉCNICO:
Arnaldo Barahona, un maestro del montículo, se ha dedicado los últimos años a preparar a los prospectos de pitcheo del país y ahora está de lleno ayudándole al ceibeño Gabriel Sánchez, a quien le ve muchas condiciones.
“Su virtud por ahora, la velocidad y el cambio, muy bueno a esta edad, no se le puede pedir más para no dañarle el brazo. Si lanza curvas se le puede desgarrar el brazo y dañarse los tendones, por eso hay que llevarlo de a poco”, comentó.
Barahona considera que a los prospectos hay que darles trabajos psicológicos, físicos y de control para llevarlos a un punto que tengan opciones reales para jugar en el extranjero, el sueño que acaricia todo niño amante del béisbol de Grandes Ligas.
“Sus condiciones son innatas, él nació con ese talento de tirar fuerte, la Organización Dragones me invitó a realizar una charla, allí me presentaron a Gabriel, y vi su talento innato, por eso me lo prestaron para que viniera a Cachorros y darle la mejor preparación posible, ahora solo falta que todo lo aprendido lo ponga en práctica y llegue a cumplir su gran sueño”, finalizó.

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