Los Jazz ficharon por un día a JB Gibson, un nene de cinco años que padece una leucemia grave, y lo hicieron jugar en un entrenamiento abierto al público.
La NBA ha cumplido muchos sueños. De muchos jugadores. Pero no hay nada más gratificante que cumplirle uno a un chico.
Los 76ers lo hicieron hace siete meses, con Kevin Grown, joven de 18 años con síndrome de Down, que fue contratado simbólicamente por dos días para que viviera por dentro lo que es pertenecer a un equipo.
Este lunes fue el turno de Utah Jazz, que contrató por un día a JB Gibson, un nene de cinco años que padece leucemia linfoblástica aguda.
Y no sólo lo hicieron vivir la previa y sentarse en el banco de suplentes, sino que también le permitieron jugar algunos segundos en un entrenamiento interescuadra (suplentes contra titulares).
El video prueba el hermoso momento en que Gibson ingresa y la jugada termina con una volcada, ayudado por uno de los jugadores del Jazz. Este martes, cuando el equipo reciba a Portland en el Energy Solutions Arena, también se espera que esté sentado en el banco.
«Le encantan los deportes, pero ninguno como el básquet. Hace un año que no para de ver partidos con su padre y desde hace 15 meses juega todo los días en el aro que le pusimos en el jardín», contó su madre Megan, quien habló del siguiente sueño de su hijo.
«Está esperando cumplir seis para sumarse a los equipos juniors de los Jazz porque es la edad mínima para hacerlo», contó. Una historia que inspira a luchar contra un cruel enfermedad. Los Jazz, por lo pronto, le hicieron realidad el primero, ser jugador por un día, aunque sea simbólicamente. Todos, agradecidos.
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