El noruego Martin Odegaard se convirtió ayer en el jugador más joven en participar en una fase de clasificación europea. Nacido el 17 de diciembre de 1998, entró al campo ante Bulgaria en el minuto 64 en sustitución de Daehli con 15 años y 297 días.
El récord de precocidad lo tenía el islandés Sigurdur Jonsson, que disputó con 16 años y 251 días un encuentro ante Malta en 1983. 31 años después, Odergaard establece una marca que será difícil de superar. El galés Gareth Bale ostenta actualmente el récord de goleador más joven tras marcar un tanto con 17 años y 83 días.
Hace unos días, también fue noticia el holandés Max Verstappen al convertirse en el piloto más joven de la historia de la Fórmula 1 tras debutar con 17 años y 3 días en el Gran Premio de Japón.
La precoz irrupción de los jovencísimos Odegaard y Verstappen trae a la memoria el caso de otros deportistas que debutaron como profesionales a corta edad. En España, Ricky Rubio jugó en la ACB antes de llegar ni siquiera a los 15, con 14 años, 11 meses y 24 días. En Primera División, nadie ha podido superar a Francisco Bao Rodríguez ‘Sansón’, que debutó con el Celta en la temporada 1939-40 con 15 años y 255 días.
En la ATP, el récord es para el coreano Duck Hee Lee, tenista sordo que logró en el torneo de Viña del Mar sus primeros puntos puntos para entrar en el ránking en 2013, pocos días antes de cumplir los 15 años.
En golf destaca el caso de la niña estadounidense Lucy Li, que disputó el último US Open tras ganar con 11 años, siete meses y 21 días el torneo de Half Moon Bay. La supera en precocidad Beverly Klass, pero en 1967 no había que ganarse el derecho a participar como ahora.
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