El domingo se estrenó con el Castilla y ayer Martin Odegaard volvió a compartir entrenamiento con el primer equipo. Después de vivir su debut a las órdenes de Zidane, se puso bajo la batuta de Ancelotti para preparar el partido del sábado ante el Dépor. La baja de Khedira hacía necesaria la presencia de un centrocampista más en la sesión y allí estaba el noruego.
Aunque no se quieren precipitar los eventos, la intención del cuerpo técnico es meterle en la dinámica del primer equipo en cuanto se vean indicios de adaptación, para utilizarle como un recurso más. Ya entiende con más o menos soltura las órdenes de Ancelotti en el entrenamiento en castellano y las palabras clave que le servirán dentro del terreno de juego.
Aunque solo pudieron examinarle durante 20 minutos en su debut con el Castilla, los miembros del cuerpo técnico están contentos con su rendimiento y con su trabajo en los entrenamientos. No se descarta que le den la alternativa en breve.
De momento, Odegaard tiene la cabeza en el Castilla. «Es un buen equipo con muchos jugadores de calidad. Es diferente a mi anterior equipo, pero creo que es bueno para mí», declaró el noruego a los medios oficiales del club. Su adapatación a la ciudad está siendo óptima, tal y como describe él mismo: «Me siento muy bien en el club y en la ciudad. Es un club increíble, así que me siento genial aquí».
Cada presencia suya en el entrenamiento del primer equipo, junto a las estrellas, es vista desde Noruega como un gran éxito, a la espera del día en el que Ancelotti se decida a hacerle debutar, una jornada que será histórica para el país nórdico.
Un país en vilo
Todo movimiento de Odegaard en España es escudriñado desde Noruega. El partido de su debut con el Castilla, en el que solo participó en los últimos 20 minutos, fue seguido por unos 100.000 espectadores en el canal especializado en deportes de la cadena TV2, consiguiendo un 6,2% de share, cuando la media del canal se sitúa en el 0,8% según datos de 2014. La media de audiencia de los partidos de Champions en este es canal es de 118.000 espectadores.
«Estamos muy satisfechos con los datos», asegura Jan-Petter Dahl, jefe de comunicaciones de la cadena. El partido no se retransmitió por TV2, el canal principal, y aun así logró una gran audiencia. La media de telespectadores de la Liga noruega en el canal principal es de 229.000 personas. Y la mitad se sentó a ver un partido de Segunda B española en la que un noruego de 16 años jugó los últimos 20 minutos. Y aún no ha puesto un pie en el Bernabéu.





