Con los mismos $31.5 millones que Boston le dio de bono al novel campocorto cubano Yoan Moncada para ficharlo como agente libre esta semana, los Medias Rojas pudieron haber firmado a siete de las primeras ocho selecciones del sorteo de novatos de las Grandes Ligas de 2014, y le hubiera sobrado dinero.
Lógicamente no es que Boston ni ninguna otra de las poderosas franquicias de las Mayores tuvieran esa opción, pero sí es una muestra de las maneras tan diversas en que el mismo talento es compensado en formas tan dispares.
La bonificación otorgada a Moncada no le hizo gracia al lanzador de los Rays de Tampa Bay, Drew Smyly, quien manifestó en la red social Twitter que no consideraba correcto que un cubano de 19 años recibiera tanta cantidad de dinero, cuando un jugador que va al draft con la misma edad, obtiene mucho menos dinero.
Smyly expuso una realidad ya que es un hecho que el boricua Carlos Correa y Mark Appel fueron las primeras selecciones de los sorteos de 2012 y de 2013, y recibieron bonos de $4.8 y de $6.35 millones, respectivamente, ambos con los Astros de Houston. Y el primer ‘pick’ de 2014, Brady Aiken, recibió una oferta final de Houston por $5 millones, pero no firmó.
Aunque el tope de bonificación para los jugadores escogidos en el sorteo no existía previo al draft de 2012, nadie ha recibido una bonificación mayor al récord impuesto en el 2011 por el lanzador Gerrit Cole, de los Piratas de Pittsburgh, quien obtuvo un jugoso bono de $8 millones.
“Si Moncada fuera al draft (de este año), no cogería más de $10 millones siendo el primer pick overall. Pero lamentablemente ese es el sistema que tenemos. La competencia crea esto”, opinó el cazatalentos Joey Solá, de los Astros de Houston.
Previo al acuerdo de Moncada con Boston, el analista de MLB.com Jim Callis opinó en una columna la semana pasada que el siore de 19 años era bueno como para recibir $40 millones pero que en cuatro de las cinco categorías o herramientas que se miden en el béisbol, queda por debajo de los boricuas Correa y Francisco Lindor, este último, octava selección del draft de 2011 (Cleveland) y quien recibió un bono de ‘solo’ $2.9 millones.
Por su parte, Junior Román, otro escucha puertorriqueño y quien labora para los Gigantes de San Francisco, cree que el ejemplo de Moncada puede parecer injusto, pero está consciente que es parte de la realidad.
“Ese es el problema del mercado libre. Tal vez una pintura vale 10 pesos pero si hay 100 personas que la quieren, pues vas a estar dispuesto a dar un millón”, dramatizó Román. “Sí es injusto pero el draft (internacional) puede equilibrar el asunto”.





