Asesinan en Estados Unidos una joven promesa del básquet

Un sueño violentamente truncado por el calor de un disparo a quemarropa. Un proyectil que no sólo alcanzó el pecho del adolescente. Aquella bala iba directa al corazón del baloncesto estadounidense, arrancando de la manera más cruel la vida de una de sus miles de promesas de futuro en un estado tan necesitados de un maná revitalizador como es Nueva Jersey.
Armoni Sexton era parte importante de ese milagro. El joven talento, que había elevado su nombre a altares estatales en los que ya habitaban nombres como Shaquille O’Neal, Dennis Rodman, Rick Barry o JR Smith, se había labrado una reputación en las canchas a base de trabajo y muchos apuntaban a él como uno de los grandes nombres del draft de 2018. Una ceremonia en la que Adam Silver ya no podrá pronunciar su nombre.
El pasado 18 de abril todas las esperanzas y los sueños de Sexton se iban por la alcantarilla donde su cuerpo quedó postrado sin vida en el cruce entre Rosa Parks Avenue y Godwin Avenue. Una bala, que no iba destinada a sus dos metros de cuerpo adolescente. Pero los tiroteos y los ajustes de cuenta no tienen en cuenta posibles daños colaterales.
«Era un jugador decente cuando empezamos a jugar juntos», apuntaba Jamir Lattimore, compañero de promoción. «Pero él empezó a vivir en el gimnasio y a trabajar a todas horas hasta mejorar su nivel. Al principio sólo reboteaba, pero a medida que crecía iba logrando hacer de todo. Podía driblar, tirar, rebotear… era como un joven Andrew Wiggins. Podía haber hecho algo grande en el baloncesto».
La mejor prueba de esa capacidad de trabajo y ese espíritu de sacrificio fueron sus últimas horas. Tras tres horas de entrenamiento, Armoni decidió quedarse dos horas más en el pabellón, perfeccionando su tiro y mejorando sus movimientos en ataque. A la puerta del gimnasio le esperaban sus compañeros de equipo con los que compartía sus sueños en la cancha. Entre risas y confesiones llegó una bala que ponía punto y final a esos deseos.
Sexton aparecía en el cuaderno de muchos ojeadores de la zona que quedaron impresionados con el buen hacer de un jugador que concluyó su temporada con 18,4 puntos, 9 rebotes, 3,6 tapones, 2,7 robos y 2,1 asistencias. Números que refrendó en su último partido con 41 puntos, 10 rebotes, seis tapones y cinco robos.