Mientras los jerarcas de las Grandes Ligas festejan por la llegada de los relevos que mantendrán ese evento en la cima de la popularidad como son Kris Bryant, de Chicago Cubs, y Joel Gallo, de Texas, en el país debemos preocuparnos, porque los relevos de nuestros estelares no están a la vista.
Este año, apenas nueve jugadores dominicanos han debutado en las Grandes Ligas y no se ven muchos más en el horizonte, algo que aunque luzca irreal es muy cierto.
El ritmo hasta ahora es muy lento en comparación con los últimos dos años, cuando en cada periodo debutaron 29 prospectos dominicanos.
Este año han subido los lanzadores Miguel Castro, Toronto; José Ureña y Kendry Flores, Marlins; Hansel Robles, Metros; Ángel Castro, Oakland, y Michael Féliz, de Houston.
Los jugadores de posición son Orlando Calixte, de Kansas City; Hanser Alberto, Texas, y Wilmer Difó, de los Nacionales.
De ese grupo sólo quedan arriba los pitchers Flores, quien hasta ayer no había debutado, y Ureña, así como los infielders Difó, en rol sustituto, y Alberto, quien está jugando bastante con Texas.
En el horizonte para debutar este año de manera clara están los lanzadores Luis Severino, de los Yanquis; Miguel Almonte, de Kansas City, y José Casilla, de los Gigantes, así como los infielders Miguel Sanó, de Minnesota, y Ketel Marte, de Seattle.
Cualquier otro que lo haga caerá en la categoría de sorpresa como sucedió con Calixte, Alberto, Robles, Féliz, y el mismo Castro.
Fíjense que de los nueve que debutado en la Gran Carpa, seis son lanzadores, y de los cinco que se esperan, tres también son pitchers, algo que evidencia que nuestra producción de jugadores de posición va en caída libre y tiene bastante que ver con la falta de enseñanzas que tienen nuestros niños en los niveles bajos, donde los entrenadores solo están atentos al dinero.
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