Jacqueline, la chica a la que no le gustaba el fútbol

Esta historia comienza con un reto. Situémonos en Aguascalientes, México, cualquier tarde después de la escuela.
–“Tú qué vas a andar jugando al fútbol. No puedes”.
A la pequeña Jacqueline Ovalle el fútbol no le interesaba lo más mínimo por más que su padre la hubiera animado a jugar en repetidas ocasiones, pero fue escuchar a su hermano menor y… “Fue un poco por cabezonería, para demostrarle que sí podía jugar” reconoce entre risas a FIFA.com. Porque sí, aunque ahora las cosas sean bien diferentes, Jacqueline no tiene reparos en decirlo alto y claro a quien quiera escucharla: “al principio no me gustaba el fútbol”.
Poco a poco, eso sí, fue cambiando de opinión. Primero fueron las dominadas retando a su hermano, después, a los ocho años, su ingreso en un equipo de niños, y a los 13 llegó la selección femenil de Aguascalientes. “Me gustó y estuvimos viajando por varios estados para competir”.
Y en 2014, delante del televisor, supo definitivamente que sí, que lo suyo era el fútbol. “Me juntaba con mis compañeras de selección para ver los partidos del Mundial Sub-17 de Costa Rica y me inspiré mucho en una jugadora mexicana que juega en mi misma posición –volante izquierdo–, Belén Cruz. Me dije ‘yo quiero jugar como ella. Ir adonde ella está’”.
Entonces llegó la noticia de las visorías para formar parte de la selección mexicana sub-17 y decidió probar suerte. “Fuimos un grupo de cinco amigas y nos llevó el papá de una de ellas. Éramos como 500 chicas”. Tras varias pruebas sólo quedaron dos, entre ellas Jacqueline, y desde entonces no se ha perdido un llamado con el equipo… incluído el que la ha traído hasta Jordania para disputar la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA 2016 que arranca este 30 de septiembre. “¿Mi hermano? Pidiéndome perdón, disculpas… y motivándome”. Y las risas aparecen de nuevo.
Desde que entró en el equipo –fue una de las últimas en hacerlo– no sólo se ha convertido en habitual en el once titular, sino en una de las armas ofensivas del mini-Tri gracias a sus constantes desbordes, a sus centros desde la izquierda… y a una zurda demoledora que ya ha dado más de una alegría a las pupilas del técnico Christopher Cuéllar. Suyos fueron el gol ante Jamaica que clasificó a México para semifinales del clasificatorio mundialista (1-0) y el tanto que igualó momentáneamente la final ante Estados Unidos (nldr: al final cayeron 2-1).
Pero Jacqueline espera haberse guardado lo mejor para Jordania, porque el reto que se ha propuesto México, en el que será su cuarto Mundial sub-17, es ambicioso: “El objetivo es pasar a semifinales y meterle duro para, si dios quiere, llegar a la final”.
El mini-Tri debuta arranca jugando ante Nueva Zelanda, y la mexicana reconoce que ya tiene ganas de que llegue el partido. “Toda la tarde y la mañana me la he pasado haciendo visualizaciones de cómo voy a jugar, cómo voy a dar un pase, cómo voy a filtrarlo, cómo marcar…” Eso sí, fuera nervios. “Tiendo a estresarme mucho y lo he trabajado, tratando de relajarme en los entrenamientos y respirar y tranquilizarme ante la adversidad que se presente”.
A partir de este viernes todos en Aguascalientes estarán pendientes de las andanzas de su paisana, la única jugadora del estado que ha llegado tan lejos. Sus compañeros del colegio donde estudia la prepa, sus amigos, sus padres… nadie se perderá el partido ante las Kiwis. Y por supuesto tampoco lo hará su hermano, el ‘culpable’ de que aquella niña a la que no le interesaba el fútbol en absoluto aceptase su reto.

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