Un equipo femenino gana liga masculina de fútbol

El equipo infantil femenino del AEM se proclamó campeón de su grupo de la Segunda División de Cataluña compitiendo contra equipos formados íntegramente por chicos. Un golazo de falta del Alba Caño en el último minuto, para darle más épica al asunto, en el campo del Pardinyes B (1-2) ratificó el hito logrado por el conjunto leridano, que celebró tamaña gesta con sencillez: jugadoras, padres y técnicos fueron a comer un bocata juntos.
«Todavía no son conscientes de lo que han hecho. Han dado un primer paso para todas las que vienen detrás, han roto una barrera», relata orgulloso su entrenador, Dani Rodrigo, cuyo móvil no deja de sonar en las últimas horas. Las niñas, de entre 12 y 14 años, no irán hoy al colegio, sino a Barcelona. La tele también las reclama.
El suyo es el triunfo de la fe. Lo fácil habría sido que esas niñas siguieran compitiendo contra otras niñas, ganando todos los partidos. «Hace tres años, cuando se tomó la decisión de jugar la liga masculina, los padres decían que si estábamos locos, poner a niñas contra niños», explica Rodrigo, técnico también del primer equipo femenino. La temporada pasada tomó las riendas del infantil de un club con 250 chicos por 110 chicas, repartidas en seis equipos. «Se mantuvo la apuesta y quedaron terceras. Este año se han recogido los frutos».

lleida Un equip femeni de Lleida l AEM fa historia en proclamar-se campio en una lliga masculina L equip infantil amb jugadores d entre 12 i 14 anys s ha adjudicat el titol amb autoritat a quatre jornades del final Les jugadores de l AEM en plena celebracio del titol FOTO TV3

Chicas ganando a chicos en el fútbol, ¿cómo es posible? El míster no esconde que sus jugadoras tenían perdido a priori la batalla del físico, «especialmente en cuanto a velocidad», pero también cree que las chicas «asumen más rápido los conceptos» y deja claro que sus pupilas han ido creciendo técnica y tácticamente hasta marcar la diferencia. Tener más el balón y jugarlo con criterio han sido factores clave. Pero lo psicológico también ha tenido un enorme peso.
«Es un grupo que está muy unido, son amigas que llevan mucho tiempo jugando a fútbol juntas», analiza Rodrigo, que destaca además las ventajas de ser un equipo íntegramente formado por chicas. «Aquí ellas tienen su espacio, su vestuario, sus duchas… No tienen que irse a otro apartado del resto del equipo. Eso ayuda mucho y en el deporte lo importante es estar bien de cabeza».
En toda la temporada, el AEM solo se ha enfrentado a una niña, que alineó el Linyola porque le faltaban jugadores. El balance es de 19 victorias, dos empates y una sola derrota, además de contar con la máxima goleadora (Andrea Gómez) y a la portera menos goleada (Laura Martí). «A los chavales rivales les duele más perder, porque lo hacen contra niñas», reconoce el técnico.
En general, a todo el mundo le chocaba ver salir al campo a un equipo de niñas. «También a los árbitros. Alguna vez nos ha tocado uno juvenil que está empezando y que dice: ‘Pero esto… ¿se puede hacer?'». Otras reacciones son menos graciosas. «Por desgracia, también se oyen comentarios fuera de lugar», lamenta Rodrigo. La madre de un jugador del equipo rival le gritó a una de las ahora campeonas: ‘Vete a fregar’. «Por suerte, los padres de nuestro equipo estaban al otro lado del campo. La árbitro, que ese día era una chica, estuvo sensacional. Detuvo el partido para recriminarle el comentario», recuerda el míster.

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