LaMelo Ball, el jugador más joven con línea propia de zapatillas

Las Ball son la familia más mediática del baloncesto en Estados Unidos, y siguen acumulando cabeceras y agenda setting por sus excentricidades, comandadas por el patriarca LaVar. La última afecta al pequeño de la saga, LaMelo, que presentaba esta semana su propia línea de zapatillas, dentro de la marca personal Big Baller Brand, lo que le valía para convertirse en el jugador más joven de la historia con signature personal, en una información adelantada por el portal SLAM Magazine.
Si las zapatillas de Lonzo Ball, para muchos una copia de las Kobe, eran inaccesibles para el gran público en general, las de LaMelo no se quedan atrás. El joven base de 16 años, que ya ha protagonizado polémicas en el high school por falta de compañerismo en alguna de sus ‘exhibiciones’, vestirá la próxima campaña las MB1, que saldrán al mercado por un precio de 395 dólares. Casi nada.
Curiosas son también las fotos de la presentación de este nuevo merchandising de la marca Big Baller Brand, con LaMelo posando como una estrella mediática a pesar de su corta edad. Y es que el jugador es todo un fenómeno de masas en Estados Unidos: roza los dos millones y medio de seguidores en Instagram y su duelo ante Zion Williamson, otra futura estrella, colapsó un pequeño pabellón del país.
Siguiendo los pasos de su hermano mayor y de LiAngelo, el mediano, LaMelo ya se ha comprometido con UCLA para 2019. Sin embargo, el hecho de presentar su propia línea de zapatillas puede polemizar su llegada a los Bruins, al existir problemas de elegibilidad si saca beneficios económicos por ello.
Al respecto, Emily James, portavoz de la competición, declaraba para ESPN lo siguiente: “Generalmente, un deportista universitario o un prospect al que pagan por su habilidad o prestigio deportivo pone en riesgo su futura elegibilidad en ese deporte. Esto incluye ganar dinero por la venta de productos con el nombre de la persona joven. Sin embargo, se permite a los prospects comercializar productos antes del ingreso si no es para ser pagado”.
Al formar parte de la marca deportiva de su padre, esta última afirmación implicaría que el futuro del jugador en la NCAA, por tanto, está por el momento a salvo. Siempre y cuando LaVar respete esta cuestionada norma, y consiga sobrevivir en esa delgada línea que establece la misma.

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