Los responsables de descubrir zafra récord cuando eran promesas

SANTO DOMINGO. Identificar en un adolescente, cada vez a más temprana edad, el potencial ligamayorista que desarrollará en uno o dos lustros además de trabajoso y complicado es más costoso que encontrar un kilo de oro en las lomas de Cotuí, para lo que hay que remover 252 toneladas de tierra e invertir hasta US$40 mil.

Detrás del récord de debutantes dominicanos en las Grandes Ligas que se alcanzó este año con 38 hubo 36 escuchas y tres directores de scouts criollos, que los descubrieron entre 2005 y 2014. Esta vez la totalidad de quisqueyanos que pisó por primera vez el Big Show nacieron en el país.

Pablo Peguero, director de escuchas de los Gigantes de San Francisco, sacó la cosecha más grande al agregar a su amplia lista (que incluye a Adrian Beltré) a cinco jugadores firmados por él. Se trató de Ariel Hernández, Keury Mella y Luis Castillo (los tres con Cincinnati), además de Reyes Moronta y Miguel Gómez (Gigantes).

De acuerdo a Baseball America, cuatro de esas firmas tuvieron la primera sugerencia del hijo de Pablo, Félix Peguero, sus ojos fuera de la academia del equipo en Boca Chica.

Ramón Peña, Félix Féliz, Sandy Nin, René Francisco e Ismael Cruz vieron llegar a tres de sus recomendaciones cuando se incluyen otros siete peloteros venezolanos, panameños y cubanos que treparon hasta lo más alto en 2017. Fred Guerrero, Félix Francisco, Ángel Ovalles y Jonathan Batista colocaron a dos.

“Es una gratificación que uno siente que está haciendo el trabajo, todo pelotero que uno firma es con miras a llegar a Grandes Ligas”, dijo Ismael Cruz, jefe internacional de escuchas de los Dodgers enfocado en América Latina y el Caribe y que vio llegar este año a César Puello, firmado en 2007 para los Mets. También a Richard Ureña, a quien contrató en 2012 para Toronto y al venezolano Franklin Barreto, también fichado en 2012 para los Blue Jays.

Es un trabajo que tiene pocos días libres en el año, que requiere tener ojo de águila, donde no existe la paciencia del cocodrilo por la enorme competencia y donde dejar escapar un detalle en un talento que se llevó otro equipo puede costar el empleo. Hay que invertir horas, tomar anotaciones precisas y hacer reportes que convenzan a los equipos de hacer las apuestas desde los cuatro hasta los siete dígitos.

“Yo diría que de 100 que usted firma llegan 5 o 6, así es que uno lo calcula”, dijo Víctor Mata, que tiene 27 años como scouts de los Yanquis.

Mata agregó a su lista este año a Miguel Andújar, a quien firmó en 2011 tras la recomendación de Caonabo Cosme. “Antes uno lo veía una vez y ya lo firmaba, ahora las cosas han cambiado, el dinero ha subido mucho el precio del pelotero. Ahora uno lo ve yo diría entre 40-50 turnos para un jugador de posición y si es pitcher uno tiene que verlo como 15-20 innings”, explicó Mata.

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