Montannah Kenney (7 años), la niña más joven en subir el Kilimanjaro

La estadounidense Montannah Kenney, de siete años, se ha convertido en la mujer más joven que ha ascendido los 5.891 metros del Kilimanjaro (Tanzania), la montaña más alta de África. Lo consiguió el pasado 16 de marzo después de seis días de trekking acompañada por su madre, exatleta profesional de triatlón, un guía y un equipo de apoyo de más de veinte personas.
El germen del proyecto llegó de forma casual, cuando Montannah escuchó una conversación en la que su madre hablaba con amigos sobre ascender hasta su cima. “Mamá, yo también quiero ir”, dijo. “No descarté la idea, pero sabía que no era consciente de la magnitud del proyecto, por eso empezamos a documentarnos y a ver vídeos”, recuerda la madre, Hollie Kenney, en declaraciones a la web estadounidense ABC News.
En el campo de los récords de juventud, las marcas pueden depender de unos pocos días
El primer escollo fueron las normas. Los menores de diez años tenían prohibido subir al Kilimanjaro, aunque pronto encontraron algunas excepciones, entre ellas el caso de una niña que lo había conseguido con ocho años. “Le dije a Montannah que teníamos que intentarlo mientras aún tuviese siete años si quería batir el récord. En marzo le daban unos días de vacaciones en el colegio, así que planeamos el viaje en mes y medio”, cuenta.
La web que recoge las ascensiones al Kilimanjaro dice que el niño estadounidense Keats Boyd es la persona más joven que lo ha escalado. La marca es del 21 de enero de 2008, cuando tenía 7 años, pero los administradores de la página no han podido contactar con él para preguntarle cuántos días tenía exactamente en aquel momento. No es un dato menor: en el campo de los récords de juventud, las marcas pueden depender de unos pocos días más en el mundo.
Otro chico de la misma edad llegó hasta la cima con sus padres y su hermano este año. Él tenía 2.824 días de vida, la mejor marca oficial conocida. Cuando Montana pisó la cumbre en marzo sumaba apenas un mes y medio más (2.865 días desde que nació), por lo que se ha convertido en la segunda persona más joven y en la mujer más precoz en pisar la cima de la montaña.
Durante el trekking de ascensión todo le pareció asequible
Antes de todo esto, Montannah tuvo que conseguir un permiso para esquivar la norma de los diez años y después ponerse a entrenar: entre cuatro y ocho horas de marcha los fines de semana y sesiones más cortas de lunes a viernes para no perder clase.
«Cuando le conté que la montaña estaba por encima de las nubes enseguida lo relacionó con el cielo”, explicaba la madre refiriéndose al padre de la niña, que murió cuando ella tenía tres años. “Le gustó la idea de estar cerca de él e incluso me preguntó si podría verlo”. Durante el trekking de ascensión todo le pareció asequible. Su madre le preguntaba cada día si la etapa era más fácil o difícil de lo que esperaba, y ella siempre me respondía lo mismo: “Más fácil”.

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