La MLB contempla certificar programas para regular más las firmas de prospectos

SANTO DOMINGO. La profilaxis que Grandes Ligas comenzó hace casi una década con el sistema de reclutamiento de jugadores aficionados en la República Dominicana y el resto del continente está a punto de entrar en otra dimensión.

La Major League Baseball da forma a un proyecto que otorgaría licencias a aquellos programas que cumplan una serie de requisitos, en un intento de evitar los acuerdos adelantados, establecer un límite de edad para evaluar a los jugadores y prevenir posible uso de sustancias controladas. Habrá sanciones a aquellos entrenadores vinculados a los atletas con problemas.

De acuerdo con fuentes consultadas por DL, la oficina de la MLB en el país se encuentra en el proceso de depuración de las academias que forman talentos para otorgar el mérito, en principio, en función del historial de firmas, casos de adulteración de documentos y dopaje registrados con jugadores formados allí y la infraestructura que posean.

De momento se ha contemplado, incluso, establecer sistemas de cámaras y citas para controlar la exposición del personal de los equipos a los jóvenes. De momento el proceso no ha sido terminado, pero han comenzado las entrevistas con entrenadores para determinar otros pasos antes de la formalización, algunos de los cuales confirmaron las informaciones a DL.

“Están buscando como controlar. No será tan fácil… han dejado caminar demasiado el sistema lleno de contaminación”, dijo una fuente de la industria que pidió la reserva de su nombre. Solo en 2017 por concepto de firmas al país ingresaron US$66,604,500.

La medida llega a pocos meses de la liga aplicar una sanción ejemplar a los Bravos de Atlanta, una que le costó al equipo más de US$15 millones en inversiones realizadas en adolescentes latinos y quedar vetados de firmas importantes por tres años.

Un preacuerdo con el prospecto dominicano Robert Puasón realizado en 2017 que tendría vigencia en julio de 2019 cuando el joven cumplirá 16 años le costó en diciembre pasado la expulsión de por vida al entonces gerente de los Bravos, John Coppolella.

DL intentó contactar ayer a Rafael Pérez, representante de la MLB en el país, pero en la oficina se informó que no estaba disponible, aunque hubo la promesa de un potencial encuentro.

Arturo Marcano, abogado venezolano radicado en Canadá y especialista en el tema deportivo, reportó en su cuenta de Twitter el 30 de abril que, “más de 13 de los mejores 20 prospectos para este julio 2 salieron positivos en pruebas antipodaje… eso adicionalmente a los más de 20 prospectos que salieron positivos solo en Venezuela”.

Con el caso de Puasón, un prospecto de origen haitiano nacido en La Romana, se proyecta que podría quebrar la marca de los US$5 millones que estableció Nomar Mazara en 2011. Los bonos del chico se dispararon cuando con 13 años jugó en torneos AA en Boca Chica (donde se entrena) con destacada participación.

Con jugadores que hay preacuerdos y fallan a pruebas de dopaje o físicas los equipos entonces reducen el precio que tenían “pactado”.

Un sistema en reformas por 9 años

En 2009, en medio de una cadena de escándalos relacionada con la alteración de identidades, la MLB comenzó con el prospecto Miguel Ángel Jean Sanó a realizar pruebas de ADN y huesos para comprobar la edad y vínculos sanguíneos de los jóvenes con la documentación que presentan.

Un año después, Sandy Alderson (actual gerente de los Mets) aterrizó en el país en medio de grandes protestas de entrenadores y autoridades con una hoja de ruta que buscaba erradicar prácticas irregulares y organizar una industria millonaria.

Esto incluyó traer al país el sistema de evaluación MLB Scouting Bureau, crear una base de datos para aquellos jugadores que aspiraran a firmar y que permita una depuración, pruebas de dopaje y medidas más estrictas para acceder a las academias a presentar jugadores.

En 2012 entró en vigor una tabla que establecía límites en los montos que los equipos podían destinar para las firmas, acompañado de sanciones para aquellos equipos que violaran estas reglas, que incluyen hasta limitar a US$300 mil el máximo que pueden entregar por dos años. Sin embargo, el sistema presenta orificios que son explotados por los actores del sistema (equipos y entrenadores), lo que ha creado la percepción en la MLB de que se requieren ajustes previo a la llegada de las negociaciones para un nuevo acuerdo laboral en 2021, cuando podría volver a la mesa la instauración de un posible sorteo internacional, visto en Latinoamérica como el “Diablo a la cruz”.

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