Orelvis Martínez era un “fiebrú” desde que tenia tres años

Miriam Ramírez de Martínez acompañaba a su hijo Orelvis a jugar béisbol en el Club del Banco Agrícola, ubicado en el sector de Herrera.

Con apenas tres años, el pequeño, con un bate en sus manos, esperaba impaciente que su madre le lanzara la pelota para este poder golpearla y correr hacia una improvisada primera base que allí existía. Esa preparación se mantuvo por varios años. Trece años después, el prospecto es un profesional del béisbol luego de recibir un bono por 3.5 millones de dólares de Toronto, el más alto que se dio en esta cosecha de Julio 2.

“Desde pequeño noté esa pasión que él tenía por el béisbol. Lloraba cuando no lo dejaban jugar béisbol. Fue ahí cuando le dije a su papá (Orelvi Martínez) que había que comprarle un bate y una pelota, y me iba casi todos los días al club del Bagrícola a lanzarle la pelota para que la bateara. Era un entusiasmo grande que había en él en ese entonces”, relata su madre.

Agregó que ante el impulso que tomaba en el béisbol, le propuso a su esposo inscribirlo en una liga, a lo que este se opuso por la poca edad que en ese instante tenía.

“Recuerdo que le dije a mi esposo que ante esa negativa me convertiría en su entrenadora. Yo era la que le daba su práctica. En el club había otros niños que también querían lanzarle a Orelvis. Fue una experiencia inolvidable la que viví con mi hijo durante todos esos años”, sostiene doña Miriam.

Formación cristiana

Orelvis Martínez tuvo una formación cristiana de parte de sus padres y su hermana Caroline, principios que acorde a la familia siguen vigentes.

“Orelvis nace en un hogar cristiano. Es un joven muy aplicado gracias a esos principios que le hemos dado. Hasta el día de hoy, todos en la familia hemos continuado con ese legado. Hoy en día Dios nos ha bendecido. Este es un nuevo trabajo que comienza en él. Su conducta es que lo que lo llevará al estrellato”, sostuvo su padre Orelvi, quien también jugó pelota, pero no llegó al profesionalismo.

Martínez, un siore de 16 años, ocupa el puesto número cuatro en la lista de grandes prospectos internacionales de MLB Pipeline. “Este es un logro que no es solamente mío”, señaló el novel jugador. “Mis padres también tienen que ver con esto. Gracias a ellos logramos el sueño que todo joven que está practicando béisbol quiere. No fue fácil conseguirlo. Fue con mucho esfuerzo y con Dios por delante, porque sin Él no se hubiese llegado a donde estoy”, agregó.

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