La historia de Fiordaliza Cofil está llena de sorpresas; y todavía falta más

SANTO DOMINGO. La labor de Fiordaliza Cofil en un período de 17 días es para dejar boquiabierto. Involucrada en cuatro récords y todo eso coronado con una medalla de plata en los 400 metros planos, sin ser considerada favorita para el podio.

En el mundial sub20, en Tampere, Finlandia registró 3:34.09 (7mo en el relevo de 4×400) válido para nuevo récord nacional juvenil y superior del 4×400; luego es parte del relevo que marcó 3:33.64 (4ta) en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla y quiebra el récord anterior superior, prevaleciendo el juvenil, de Tampere.

Cofil debió superar situaciones muy adversas, como por ejemplo, ir a practicar sin haber comido nada, así, como suena. Ella estudia en tanda extendida. O llegar a la casa después de la práctica y no encontrar nada que cenar. Y así dirigirse a la cama “para no molestar a mi mamá”. Así literalmente. ¿No es eso sorprendente?

Lo que más me impacta de su corta carrera es que cuando era más niña, así es, solo tiene 17 años (“gracias a Dios”, dice ella), un entrenador la desestimó. “Un entrenador me dijo que me necesitaba, porque no ve nada en mí”, dijo, pero para evitar, prefiere “no mencionar nombre”.

Le dijo que dejara eso. Pero la buena niña, no se rindió. Entonces apareció un ángel (disculpen los incrédulos) y la invitó a practicar con otro entrenador y es cuando aparece su entrenador Elías Zacarías Valdez.

Y ahí está Cofil, llevándose en Barranquilla, una medalla de plata en medio de dos jamaicanas. “En realidad, dije, no me toca medalla ahí, porque habían tantas mujeres, uff, con un tiempo, mucho, mucho mejor que el mío”, señala Cofil, luego de cronometrar 52.72, que le dio la plata y así establecer récord nacional juvenil en la distancia. “Dije voy a salir a correr y cojer mucha experiencia, como siempre digo, cojo lo que Dios me dé y así salí a correr y Él me dio la plata y la cogí con mucho amor”, agregó la atleta quien visitó a Diario Libre en compañía de su entrenador, en la capital, Joel Capellán.

Así escaló un gran peldaño la juvenil atleta y va por más. El entrenador de los hermanos Santos, Juander y Luguelin, tiene planes para ella. “Estoy en la disposición de hacer un proyecto con ella tal como los hermanos Santos”, dijo José Rubio, quien se la llevaría a Bahrein donde entrena el equipo de velocidad de ese país.

El oro lo ganó Tiffany James (21 años/52.35) y el bronce Derri Ann Hill (22/53.30), ambas de Jamaica. Kanika Beckles (Granada/53.75), quedó cuarta. Ellas tres eran las favoritas para repartirse los metales en la competencia, pero se coló la dominicana.

Cofil, es nativa de Guaymate (La Romana) y es la quinta de siete hijos de Cristina Cofil. Está en segundo de bachillerato y ahora se transferirá para estudiar los domingos y hacer dos cursos en uno. Al final, espera estudiar educación física.

Son los planes de Fiordaliza, que con 8 meses de lleno en su deporte, integrante de la Armada de República Dominicana y quien se convirtió en la primera mujer que gana una medalla centroamericana y del Caribe con esa edad, además de apoderarse de la primera plata para una dominicana en esa prueba regional.

Cofil comenzó en los 100 metros, pero una vez la vio el entrenador Joel Capellán, le recomendó mudarse a los 400 metros, algo que asintió su entrenador de La Romana, Elías Zacarías Valdez. A ambos les agradece su respaldo, así como al diputado Elvin Fulgencio (Pilo) y al técnico Ramón Merejo, un grupo que ha aportado a su progreso como atleta y personal.

Por ser medallista de plata ella ganará 15 mil pesos en el programa Parni, al que nunca había pertenecido. Y con eso “espero ayudar a mi familia” y además, algo que por primera vez escucho de un atleta “ahorrar”.

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