El sistema clasificatorio para los torneos mundial y olímpico establecido por la Federación Internacional de Baloncesto sugiere que haya una cantera más profunda para los países participantes.
En el caso de la República Dominicana se ha tornado un proceso un tanto complejo conformar una selección. Los escasos jugadores internacionales están diseminados por Europa y algo de Estados Unidos, en términos de cantidad. Allí hay dos que valen por… Pongan ustedes el precio.
Este 2019 el proyecto de selecciones nacionales de categorías menores llega a su séptimo año. Desde entonces, el jugador más estable integrando los 12 ha sido Jonathan Araujo. Pero hace falta más.
Ese más no lo veremos en un tiempo, que puede ser el próximo proceso clasificatorio para el 2023.
José “Maíta” Mercedes, director técnico de las selecciones nacionales en categoría menor, dijo que será “en los próximos cuatro o cinco años” cuando se verá el talento que se ha formado bajo su dirección. Ahí “debe de estar apareciendo ese talento, porque hay un gran grupo que está en las universidades” en Estados Unidos.
Para ese entonces, analiza, “puede que aparezca Andrés Feliz en dos años, otros en tres y otros en cuatro”.
Bajo ese panorama, la palabra clave en este caso es paciencia. “Hay que esperar unos años”, sugiere Mercedes.
Ayer Mercedes encabezó un campamento de categoría sub-13 y ese grupo es para trabajarlo para cuando pasen a la división sub-15.
Un plan similar, plantea, es el que debiera seguir el equipo de mayores tomando en cuenta los jugadores jóvenes que están en las universidades. “Hay que ir aglutinando. No es solo que sigan jugando, sino juntarlos para crear una química”, plantea. Y en ese sentido explica que la idea es que jueguen juntos para que se conozcan aún más.
Y sigue: “Realizar dos campamentos al menos dos veces al año. Un campamento que implique entrenamiento y otro que implique entrenamiento y par de juegos de fogueos” y para eso no se debe de tardar, sino “comenzar desde ahora”.
Otro aspecto es que cuando tengan la oportunidad de jugar torneos pequeños, como los Juegos Centroamericanos y del Caribe y los Juegos Panamericanos, “aprovechar esos muchachos para eso”.
Explicó, sin embargo, que los Juegos Panamericanos pueden servir de fogueos para el Mundial en caso de que el país esté clasificado y ver así que en la planificación se tome en cuenta si los países de América con su boleto para el Mundial deseen también asistir a los Panamericanos y tomar esa plataforma como preparación.
Este año el país tiene dos compromisos en categorías menores. El Centrobasket sub-17 y el continental sub-16, ambos con sedes por definir. “Para ese torneo los trabajos comenzarán a partir del 9 de febrero con los de Santo Domingo y el 11 para los de la provincias”, dijo Mercedes.
