“Con educación y deporte cada individuo tiene el éxito garantizado”, con estas palabras resumió su discurso la vicepresidenta Raquel Peña en la ceremonia inaugural de la octava versión de la Liga Nacional de Baloncesto Femenino, en ocpión a la Copa Banreservas Máximo Bernard.
Peña, fue declarada como la nueva madre del baloncesto femenino en República Dominicana, al tiempo que recibió un reconocimiento por la liga, distinción que recibió con mucha emoción entre los aplauso de todos los presentes y al mismo tiempo indicó que tiene como compromiso seguir apoyando el deporte femenino.
“Agradezco esta dedicatoria y esta distinción y quiero que sepan que desde donde yo esté, estaré aportando para que ustedes se puedan desarrollar”, dijo la vicepresidenta.
Compromiso de todos
La vicepresidenta reconoció que el deporte femenino no ha recibido el apoyo que merece y garantizó que junto al Miderec, coordinarán un mayor seguimiento a este sector.
2 millones de pesos
Kelvin Cruz, ministro de Deportes, anunció el aporte del gobierno dominicano de 2 millones de pesos para la novena edición del torneo.
Y también hizo un llamado al sector privado y a las instituciones públicas a sumarse a la causa.
El presidente
Fernando Teruel, presidente de la liga felicitó a todos los equipos involucrados en la liga y motivó a las jugadoras a promover el deporte femenino con sus buenas actuaciones en cancha.
“A pesar de que no tenemos el mismo respaldo, nuestras jugadoras tienen la misma hambre de crecer que los hombres en el baloncesto y seguiremos apostando a que esa realidad se pueda equiparar”.
Fatima Marte, de las Reynas del Este realizó el juramento deportivo, meintras que Rocío Jiménez, de las Murallas de San Lázaro fue la encargada de entregar la copa Máximo Bernard a la vicepresidenta Raquel Peña.
En la inauguración también estuvieron presentes, Garibaldy Bautista, presidente del Comité Olímpico Dominicano, Rafael Uribe, presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto, Diego Pesqueira, presidente de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional y Francisco Batista, parroco de la Orden Salesiana.