Anótele la asistencia a la señora Miguelina Guillén.
La madre de Melvin López fue la primera que lo llevó al Palacio de los Deportes a observar un partido del torneo de baloncesto superior del Distrito Nacional.
Ahora que ha ayudado al club Mauricio Báez a lograr el primer lugar histórico, su agradecimiento no puede ser mayor hacia su progenitora.
“La persona que me trajo al Palacio de los Deportes por primera vez ya hace un año y medio que ya no está conmigo. Mi mamá, fue ella la que me trajo aquí”, dijo el veterano entrenador tras el triunfo de los mauricianos en el quinto partido de la final y que les concedió el campeonato número 11, la mayor cantidad en la historia del certamen.
La mano de Melvin ha estado dando las órdenes en siete de los 11 títulos mauricianos. Además agrega un octavo en el TBS Distrito con San Lázaro en 2008.
«Tendría yo que tener algunos seis o siete años, quizás cinco, por lo menos lo que tengo de conocimiento de la primera vez que fui al Palacio de Deportes. Recuerdo con mucho entusiasmo, y lo tengo muy claro, que en el año 1981 se realizó unos juegos de exhibición en Santiago de los Caballeros, en los cuales el Club Mauricio Báez participó y jugamos contra el equipo de Naco en Santiago, eso fue de promoción para el torneo superior de Santiago, en su primera versión en el año 1981 y que mi mamá me llevaba de su mano a montarnos en el autobús que nos conducía hasta Santiago. Habían dos dispuestos, uno para los jugadores y el personal técnico, directivos, y otro para los fanáticos. Recuerdo que para nosotros, entrando en el autobús, la carta de presentación era el bulto de mi tío Modesto Guillén, que en ese momento era asistente de Fernando Teruel en el equipo, así que esa es una anécdota que recuerdo bien claro de esa etapa», recuerda López.
Sus ocho proclamas son la mayor cantidad para un entrenador de por vida en el circuito superando las seis de Osiris Duquela y Fernando Teruel.
“Este fue el año en el que no nos dieron como favoritos. Este fue el año que nosotros tuvimos que esforzarnos tanto”, añadió luego de guiar al Mauricio a ganar cuatro encuentros en línea tras perder el primero de la final.
Los otros coaches que han guiado al equipo de Villa Juana a la victoria final son Teruel (1984, 1985 y 1986) y Julio César Javier (2018).
«Muy contento con el resultado que obtuvimos este año, un año bien difícil, un año que empezamos muy diferente a como tenemos acostumbrado, pero era algo que nosotros veíamos venir. Desde el principio de los entrenamientos advertimos a los jugadores de que iba a ser diferente, muchas cosas que se presentaron que nosotros no teníamos previsto, jugadores que entraron y salieron, y muchas cosas ahí, así que tuvo un grado de dificultad bastante alto, por lo menos en las primeras dos etapas, lo que era la serie regular y la fase de eliminación, y luego ya en los playoffs pudimos reagruparnos y ser más consistentes en lo que hacíamos, y creo que al final fue más dulce la victoria».
Desde el 1994
Su carrera como entrenador comenzó temprano, dirigiendo el equipo infantil de Mauricio Báez en 1994, bajo la influencia de figuras como Saturnino Martínez. Su primer título superior fue con Mauricio Báez en 1999.
Se formó en la escuela del Club Mauricio Báez con mentores como Osiris Duquela, Modesto Guillén, José “Boyón” Domínguez y Sergio Rouco. Él ha confesado que se identifica con el veterano entrenador español Aíto García Reneses.
Su filosofía se resume en tres pilares: “Defender, rebotear y atacar” por lo que sus equipos suelen ser aguerridos en defensa y buscan capitalizar el juego en transición.
Señor de los anillos
A sus ocho coronas en el Distrito Nacional, une ocho en La Vega (incluyendo una racha con Parque Hostos), seis en Santiago (incluyendo 4 títulos consecutivos con Sameji, un récord), dos coronas de la Liga Nacional de Baloncesto con los Metros de Santiago en 2006 y 2007). También tiene conquistas en San Francisco de Macorís (4), San Cristóbal (3) y Moca (3).
«Tengo que consultar a mi hijo Michael para eso, son más de 30 y tantas, entre 30 y 35, no sé exactamente, pero vamos por ahí, y nada, muy contento, muy feliz con el resultado que tuvimos este año y muy agradecido de Dios por tantas bendiciones, y muy agradecido a mi familia por todo lo que se ha sacrificado por mí».
En esta oportunidad, Mauricio Báez no pudo contar con la presencia de Jhery Matos, su principal suplente en las pasadas dos coronas, debido a que firmó un contrato para ver acción en la liga de Uruguay.
Luismal Ferreiras se integró a mediados de la temporada tras cumplir compromisos en México.
Richard Bautista, estelar armador, estuvo por debajo de sus posibilidades durante prácticamente toda la vuelta regular, a pesar de terminar como el líder en asistencias y bolas robadas.
Pero la mano del “Señor de los Anillos” estuvo presente durante todo el trayecto y, tal vez fue necesaria más que en cualquier otro de los campeonatos obtenidos por los villajuanenses.
Nueva vez, como en las pasadas dos temporadas, contó con la asistencia de Ruddy Martínez, un especie de “coach asociado” y del exjugador José Molina.
