¿Ha habido alguna vez un número uno del draft de la NBA peor que Anthony Bennett? Ésta es la pregunta que empiezan a hacerse bastantes aficionados de la NBA después de los cuatro primeros partidos del ala-pívot de Cleveland. Bennett está siendo la gran decepción de este arranque de temporada, en el que sigue sin conseguir una canasta en juego después de haber lanzado en 15 ocasiones. Los únicos dos puntos como profesional del número uno del draft 2013 llegaron en su primer partido, ante Brooklyn, y fueron al convertir dos de los cuatro tiros libres de los que dispuso. Es la cifra más baja para un número uno de draft tras cuatro partidos desde 1966. Cleveland se impuso a los Nets pero Bennett sigue hundido en un pozo, muy por debajo de lo que se esperaba de él.
“Siento como si la canasta tuviera una tapa”, reconoce Bennett, que parece necesitar una buena actuación para soltarse y empezar a dar lo que puede. Su técnico en Cleveland, Mike Brown, cree que “Anthony se está poniendo a sí mismo más presión de la que le ponemos los entrenadores o sus compañeros, pero eso es bueno. Es el número uno del draft y debe exigirse a sí mismo”. Brown se muestra convencido de que su jugador acabará encontrándose.
La elección de Bennett con el número uno por parte de Cleveland en el draft del pasado mes de junio fue una sorpresa para casi todos, ya que otros jugadores aparecían por delante suyo en las predicciones, como Nerlens Noel, Alex Len o Victor Oladipo. Ni siquiera el propio jugador canadiense de 20 años confiaba en sus posibilidades. “Estoy tan sorprendido como todo el mundo”, reconoció aquel día.
En los diez minutos en pista contra Minnesota, Bennett tiró dos triples y los falló los dos. No ha metido uno tras ocho intentos en la NBA, lo que contrasta con el 37,5% que firmó el año pasado con la universidad de Nevada-Las Vegas (además de 16,1 puntos y 8,1 rebotes). En los 50 minutos de NBA que ha disputado sí que ha aportado rebote (4 de media), defensa, trabajo, pero los Cavs no le eligieron por eso sino por sus habilidades en ataque, las mismas que sí que mostró en pretemporada.
Bennett asegura que “nunca he atravesado una racha como ésta” y se muestra convencido de que la recuperación de su hombro operado la pasada primavera y sus recientes problemas de asma y apneas del sueño le están pasando factura.
«Siento que estoy peleado con la canasta», aseguró Bennett al The Plain Dealer antes del choque contra los Timberwolves. «Tres partidos y ningún tiro entró, pero sólo tengo que seguir trabajando. El primer año en la liga, va a ser difícil. Mis compañeros también me dicen que mantenga la cabeza alta. Es frustrante a veces pero sólo tienes que quitarte el tema mental. Tengo 79 partidos más». Ahora ya sólo 78.
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