El Baskonia ha puesto en el escaparate de la Liga Endesa a un nuevo proyecto de gran jugador: Ilimane Diop, un imberbe hispano-senegalés de 18 años y 2,10 metros, que está dando sus primeros pasos en la competición nacional.
El espigado jugador, con una envergadura de 2,40 metros, ha llegado con intenciones de asentarse en la élite y no pasan desapercibidas sus presencias en cancha, aportando el descaro y valentía de los 18 años ante pívots consagrados como el madridista Boroussis o Batiste, del Panathinaikos, con los que ya ha tenido sus primeras refriegas.
En poco más de tres años ha pasado de no conocer el baloncesto a convertirse en uno de los mayores talentos y esperanzas del baloncesto español, con un brillante porvenir si continúa la progresión y confirma las expectativas.
Nacido en Senegal en 1995, abandonó Dakar con destino a Tenerife a los 14 años para tener su primer contacto con la canasta en el conjunto del Adeje. En las islas solventó los trámites burocráticos y obtuvo el pasaporte que le ha convertido en habitual de las categorías inferiores de la selección Española, con la que se ha colgado ya una medalla de oro y dos de bronce.
Su talento no pasó desapercibido para los ojeadores de los clubes ACB, hasta el punto de que la secretaría técnica del Baskonia acudió a Tenerife para comprobar las evoluciones de su hermano Mamadou. Tuvo un escarceo a finales de 2010 con el Real Madrid, pero fue finalmente el Baskonia el que sedujo a su hermano para enrolarse en las categorías inferiores y Mamadou e Ilimane Diop se presentaron en Vitoria en octubre de hace tres años.
Con poco más de 15 años, al famélico pívot empezó a entrarle en Vitoria el gusanillo del baloncesto, ayudado por sus 2,05 metros, pero lastrado por los escasos 85 kilos con los que soportaba su estructura corporal. Desde el principio brilló en las categorías inferiores ofreciendo descollantes guarismos. En su primer partido en un Campeonato de España Cadete en Zaragoza, el bisoño Diop firmó 28 puntos, 25 rebotes y 43 de valoración ante el Joventut.
Macarrones en los recreos
En poco más de tres años en el Baskonia ha engordado 15 kilos y ha crecido seis centímetros gracias a dietas como la de comer macarrones durante los recreos en el colegio. Así ha logrado alcanzar la barrera de los 100 kilos, aunque aún debe fortalecer su cuerpo y músculo con la que llenar la indumentaria baskonista.
La técnica individual y movimientos los ha mejorado de la mano del veterano Iñaki Iriarte, que le ha dedicado muchas horas para transmitirle los fundamentos del juego, al igual que hizo en su día con otros diamantes baskonistas como Luis Scola o Tiago Splitter.
Tras rodarse la temporada anterior en Liga EBA y Adecco Plata, el pasado verano la llegada de Scariolo le abrió las puertas de la primera plantilla para cumplir su sueño, objetivo y colofón a su carrera de debutar con la camiseta del Baskonia y que se propuso desde su aterrizaje en Vitoria.
Las lesiones de Hamilton y Mainoldi le permitieron debutar en la ACB en la segunda jornada ante el Madrid y acumula un promedio de 13 minutos, siete puntos y tres rebotes en los cuatro partidos en los que ha participado. Estos son solo los primeros retazos del potencial de un jugador que en cuanto progrese en Europa puede ser carne de la NBA.
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