Porlamar. Iván Rodríguez está en la Serie del Caribe. El mismo «Pudge», aquel que aterrorizaba a los corredores con su mortero como brazo, el de los batazos oportunos, el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1999 y también de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en 2003, se vino a Margarita. Esto es un acontecimiento para el mundo del beisbol.
«Estamos aquí como un mentor para estos niños (los jugadores), para hablarles a todos los muchachos que está en ligas menores, e inclusive en las Grandes Ligas, sobre la experiencia que uno ha tenido. Yo jugué 25 años pelota profesional, 21 temporadas (1991-2011) en las Ligas Mayores y como digo yo, jugué un poquito de beisbol», cuenta el ahora Gerente General de los Indios de Mayagüez, equipo representante de Puerto Rico en esta Serie del Caribe 2014.
Tal vez hay sido ese conocimiento que tiene del juego de pelota, los contactos que dejó en el beisbol organizado, la manera de ser de ste oriundo de Manatí, lo que ayudó a los jibaritos del sur de la isla a tratar de conquista en esta justa el cetro antillano. «Creo que es bueno para que ellos sepan lo que uno aprende en tantos años de beisbol», comenta el ejecutivo.
El Pudge vive ahora un momento de relanzamiento en el beisbol de Puerto Rico. Fueron segundos en el Clásico Mundial y el año entrante el famoso «Dream Team» de la Isla del Encanto cumplirá 20 años de su hazaña. «Estamos haciendo buen trabajo, progresando cada vez más. Hemos pasado una situación muy dura con el beisbol de mi país, pero nos estamos recuperando. El fanático ha comnzado a apoyarnos con su presencia en los estadios. Eso es bueno. Hemos tratado de traer un buen equipo porque el año que viene la Serie del Caribe es en Puerto Rico», abundó.
«De aquel Dream Team recuerdo muchas cosas: unión, un equipo bastante completo. Cada vez que pasan los años vemos mejoría en las pequeñas ligas y en el beisbol amateur de Puerto Rico. Eso es lo que buscamos», dijo.
Puerto Rico fue una potencia en el Caribe, de hecho suman 14 coronas antillanas. Un bajón al entrar el siglo XXI casi los borra del mapa peloteril. Eso lo quieren cambiar él y su amigo, Carlos Baerga, quien funge como mánager de los Indios. «Para eso estamos trabajando. Hubo gente que lo hizo antes que nosotros y nos dejó un legado, ahora nos toca a nosotros conseguirlo. ¿Por qué no hacerlo por estos muchachos que están comenzando? Esto es una cadena. Si a mí me ayudaron, nosotros debemos retribuir aquello. Nuestro propósito es ese, mantener viva la liga de beisbol en Borinquen», contó.
Un total de 14 Juegos de Estrellas, 13 Guantes de Oro, aunado a un promedio vitalicio de 46 por ciento de peloteros reventados tratando de robar; en 10 de sus temporadas como grandeliga bateó .300, ocho de ellas de manera consecutiva. En el 2017 será eleigible para el Salón de la Fama. «Eso se los agradezco mucho (a los periodistas). No me gusta hablar de mí. Se los dejó a ustedes. Les tengo mucho respeto, como ustedes me tienen a mí. Gracias por eso. Hay que esperar. Dios quiera y la Virgen en tres años yo pueda estar en ese Salón de la Fama y estar al lado de esos grandes de Puerto Rico. La meta es que continuemos trabajando duro. El beisbol es algo que llevamos en la sangre», precisó.
Se tenía que ir porque el juego estaba por comenzar. Estaría nuevamente destrás del home, pero como ejecutivo. Ahora tratará de hacer todo por el beisbol de su país y de esperar la entronización en el templo de los inmortales, donde pronto debe estar.
Cabrera lo hace fácil
Rodríguez compartió con Miguel Cabrera en Florida y en Detroit. Él lo conoce desde cuando era novato. «Desde el primer día sabías que sería un gran pelotero. Él lo demostró rápido en el 2003. Hizo buen trabajo para nosotros (los Marlins de Florida). Cuando tú eres buen bateador vas a hacerlo donde sea. Él es él, un toletero natural que se le hace fácil es oficio. Por eso ha ganado la triple corona y seguirá triunfando», atizó.
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