Tijuana. BC. El alto precio que los equipos mexicanos ponen a sus jugadores para dejarlos ir a las Grandes Ligas inhibe el interés por los prospectos. Los equipos prefieren muchas veces conservarlos y con ellos buscar un campeonato en la liga local que dejarlos ir a Ligas mayores por 100,000 dólares que les pueden ofrecer.
“Un equipo mexicano pide hasta 500,000 dólares por un jugador. Por esa cantidad, en República Dominicana los reclutadores de Grandes Ligas adquieren 15 o 20 prospectos. Quizá de esos llega uno o dos, pero tienen más probabilidades que apostando sólo por un jugador mexicano, aunque su potencial sea muy bueno”, dijo Jorge Campillo, director de Desarrollo del Club de Beisbol Toros de Tijuana.
En México, aseguró, hay jugadores talentosos, pero los equipos no trabajan mucho para desarrollarlos. El beisbolista mexicano generalmente tiene buen brazo, pero no es atleta, y en las organizaciones no hay gente con la preparación adecuada para desarrollarlos como jugadores completos; por eso entre los mexicanos que actúan en Grandes Ligas predominan los lanzadores.
“En determinada etapa, los equipos mexicanos los envían a las organizaciones ligamayoristas para que allá se desarrollen; incluso, si quisiéramos desarrollarlos aquí, no tendrían competencia, y jugando entre prospectos no pueden mejorar su nivel”.
Consideró que no es difícil encontrar “diamantes en bruto” entre los beisbolistas mexicanos. “Ya depende de uno si los pule o los deja que se echen a perder”.
URÍAS, CON LUZ PROPIA
Con su experiencia en Grandes Ligas y por su trabajo en desarrollo de talentos, Campillo afirmó que el prospecto sensación de la Gran Carpa, el mexicano Julio Urías, de los Dodgers, tiene un futuro prometedor.
“Yo lo conozco, lo he visto lanzar y seguramente debutará en las Grandes Ligas, al final de esta temporada o en la siguiente. Es un muchacho muy tranquilo y el único riesgo que frenaría su ascenso sería lesión. De otra manera no veo nada que interrumpa su ascenso en la Gran Carpa”.
Cuando se anunció la mudanza de Minatitlán a Tijuana, el equipo no tenía siquiera prospectos y ahora está creando una base nacional para con ella pelear un campeonato en los próximos cinco años, dijo Campillo, quien tras poco más de un año en el retiro se integró a los Toros para dirigir el desarrollo de jugadores, como parte del proyecto a largo plazo, que incluye un sistema de academia para reforzar a la novena sin recurrir a los mercados.
“Hicimos una red de scouteo en todo el país, para reclutar prospectos, y con ellos estamos haciendo un campamento instruccional. Lo hemos depurado”.
La semana entrante estarán en Tijuana buscadores de varios equipos de Grandes Ligas. “Creemos que podremos colocar hasta 10 de nuestros prospectos en las organizaciones”.
Otros jugadores serán preparados para que en unos años se conviertan en la base del equipo tijuanense, que en este año, tras la compra de la franquicia a Minatitlán, invirtió más de 2 millones de dólares para reforzar el equipo, incluso con jugadores ligamayoristas, como Miguel Olivo, peroo el equipo da prioridad al desarrollo del talento local y nacional.
About admin
You may like these posts
