Manute Bol marcó un antes y un después en la NBA por su interminable silueta, su altura casi desproporcionada y sus esqueléticas extremidades.
Pues bien, su hijo Bol Bol es una de las promesas más destacadas del baloncesto escoltar norteamericano y no se graduará en el instituto hasta 2018. Con su 2.08 de altura y unas impresionantes dotes para el baloncesto, ‘el heredero’ promedia unos números de ‘triple-doble’ con el equipo de Kansas City Celtics de categoría U15.
Manute Bol se hizo leyenda nada más aterrizar en la NBA. Su altura y su envergadura le convirtieron en un fenómeno y en una atracción para los espectadores y aunque su nivel, más que aceptable, nunca llegó a cumplir las expectativas creadas, su leyenda perdura en el tiempo como uno de los jugadores más carismáticos de su época.
El gigante sudanés falleció en 2012 como consecuencia de una enfermedad renal. Sin embargo, su legado aún perdura en la memoria de los aficionados, que todavía recuerdan sus kilométricos brazos taponando, y en la figura de su hijo Bol, quien ya ha comenzado a llamar la atención del mundo del baloncesto.
El joven Bol Bol, con apenas 16 años, muchos expertos ven la posibilidad de que llegue a una altura similar a la de su célebre progenitor. Pero hay más. Manute se caracterizó por su habilidad taponadora y su capacidad defensiva. Bol, además, ha añadido movimientos que hacen pensar en un futuro NBA mejor que el de su padre.
Bol ha asombrado a todos en un campus celebrado en Indiana y sus habilidades van más allá de su estatura o su capacidad para taponar los tiros del rival. En eso se parece a su padre y, por tanto, va en los genes. Sin embargo, Bol ha demostrado una mayor habilidad con el balón en las manos, un buen lanzamiento exterior y una buena visión de juego.
De momento parece pronto para hablar de un futuro NBA en un joven de apenas 14 años. Sin embargo, si las leyes de la genética y la evolución siguen su curso, el nuevo Bol será un nombre a tener en cuenta en seis u ocho años.
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