Una pintora australiana está dando mucho de qué hablar en el mundo cultural.
Su talento indudablemente la ha hecho notable entre expertos y amantes del arte.
Pero lo que es más sorprendente es su edad, pues tan solo tiene ocho años.
Originaria de Melbourne, Australia, Aelita Andre hizo su primera pintura a los nueve meses.
A los 22 meses varias de sus obras fueron exhibidas por primera vez y expertos ya empezaban hablar de la niña prodigio en el arte.
Ese fue el primer paso de una carrera que desde entonces se ha mantenido en ascenso, pero para Aelita simplemente es “su cosa favorita de hacer”.
Hoy día sus obras están siendo exhibidas en la Galería Gagliardi de Londres.
“La palabra prodigio no se usa frecuentemente en el mundo del arte, y desde muy temprano Andre ha sido comparada con artistas como Jackson Pollock y otros del mundo abstracto del expresionismo y el surrealismo”, dijo Peter Gagliardi a Newsitivy.
El experto destaca lo pura que es la obra de la niña, pues pinta desde su corazón y sin prejuicios.
Sus obras ya han alcanzado un precio de venta de $50,000, a pesar de que para la pequeña pintora el dinero no importa.
“Mi sueño es salvar la naturaleza, viajar al espacio, ser una paleontóloga y una científica”, dice cándidamente Andre.
Esa sensibilidad con su entorno no solo la transmite en su obra, sino también en su estilo de vida, según destaca su madre, Nikka Kalashnikov.
“Estoy muy orgullosa de Aelita porque tiene un corazón maravilloso, bueno, y eso realmente cuenta porque para mi lo verdaderamente importante es que sea una buena persona. Ella es muy compasiva, ama a la naturaleza, a los animales. Y eso es importante y se ve en su trabajo, y eso es lo que a la gente le encanta de su trabajo”, dijo la madre, quien contó además que su hija le pidió que no cocinara carne, porque no quiere que lastimen a los animales.
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