La oficina del Comisionado de Grandes Ligas que ahora dirige Rob Manfred al parecer observa todo lo que acontece en Latinoamérica al revés y por eso la mayoría de las medidas que toma al final se tornan en su contra, como esa de penalizar a los equipos que más invierten en el talento fuera de los Estados Unidos.
Es increíble que esas sanciones se les colocan a los equipos dizque con el propósito de nivelar las Grandes Ligas, razón por que quieren imponer el draft.
Aunque luzca contraproducente, la realidad es que los equipos que más invierten no son los que sacan mejor provecho del talento latino, en especial del dominicano.
Sepan que los escuchas dominicanos de mayores éxitos no son amigos de otorgar los grandes bonos. Entre ellos se encuentran Pablo Peguero, Ramón Peña, Eddy Toledo y Pablo Neftalí Cruz, quienes coinciden en que a los novatos que se les otorgan grandes bonos pierden rápidamente el amor por el juego.
Sandy Nin es un escucha que sin otorgar grandes bonos descubrió una excelente cosecha de prospectos para los Marlins, encabezados por Marcell Ozuna y los pitchers Domingo Germán, ahora con los Yankees; José Ureña, Miguel del Pozo, Jarlin García, Francis Martes; el inicialista Félix Múñoz y el jardinero Isael Soto.
Visto esto, Manfred tiene que dejar que los equipos trabajen con libertad y los que quieran seguir dando grandes bonos para captar el talento que lo hagan, porque cada vez es más real el muy conocido refrán que tenemos por aquí de que “el bono no hace al pelotero”, siendo evidente que la fiebre no está en la sábana.
Tomado de eldia.com.do





