Joven con síndrome Holt Oram logra sueño de jugar voleibol

Desde que era pequeña Alanis Archeval Collazo le dio una lección de vida a todos los que decían que no podía desenvolverse en la disciplina de voleibol debido a su condición del síndrome Holt Oram.
La joven atleta de 13 años y pieza clave del equipo U-14 femenino de la comunidad Santa Teresita de Ponce, que llegó hasta la fase interpueblo del programa Deporte Pa’l Barrio del Departamento de Recreación y Deportes (DRD), siempre estuvo clara y enfocada, y desde que cursaba el cuarto grado se decidió a convertirse en una joven promesa en el voleibol. Alanis nació sin el radio de su brazo derecho.
“Decidí jugar voleibol porque pienso que en este mundo no hay límites, los limites te los pones tú. El deporte me interesó mucho”, expresó la joven por medio de un comunicado del DRD, y quien cursa estudios en la Family Christian Academy de Ponce, en donde también se destaca en el equipo de voleibol. Alanis Archeval Collazo
Desde pequeña Alanis siempre fue una guerrera, pues según cuenta su progenitora, Vannesa Collazo, también fue operada del corazón y nació sin un riñón.
Su madre cuenta que para ella no fue fácil cuando su hija le comentó la idea de jugar voleibol. De hecho, Collazo, entre varias recomendaciones, le preguntó a Alanis si quería jugar fútbol, a lo que en aquel entonces la niña le respondió que no, pues su enfoque es ser jugadora de voleibol.
“Ella fue la que me dio una lección, porque ella misma me demostró que no existen los límites”, explicó la orgullosa madre, quien también resaltó el total apoyo que su hija ha recibido de parte de su progenitor, Peter Archeval.
Mientras que, Ramón Orta, secretario del DRD, habló sobre la importancia de este tipo de proyecto en la vida de muchos jóvenes atletas, pues es en el escenario de competencia que se desarrollan los futuros prospectos, pero sobretodo, los ciudadanos de bien.
«Admirable la pasión que tiene Alanis hacia el deporte y la vida. El deporte ayuda a que el individuo desarrolle carácter y deseos de mejorar, no tan solo en la competencia sino en la vida misma. Lo mejor de todo es que esta joven se ha ganado un puesto en su equipo por mérito propio, por sus habilidades», expresó Orta.
Por su parte, la madre de Alanis concluyó al decir que “cuando tomó la decisión de jugar voleibol yo me puse un poco histérica, y antes de llegar a su primera práctica le advertí y le dije muchas cosas por su seguridad. Pero me llenó de alegría cuando vi que se pudo desenvolver como las demás”, dijo Collazo.
Fuente: http://www.elnuevodia.com/deportes/voleibol/nota/sindromenoimpidequejovenponcenaseconviertaenvoleibolista-2053370/

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