EL NIÑO DEBE DIVERTIRSE PARA SACAR EL TALENTO QUE TENGA EN EL DEPORTE

En medio de la pandemia del COVID-19, la secretaria de Recreación y Deportes de Puerto Rico anunció que hace dos semanas está listo el reglamento que regula el quehacer deportivo de niños y preadolescentes para evitar sobrecarga emocional y física por la participación en tantos torneos semanalmente. 

Adriana Sánchez Parés, hija de Mario Sánchez, campeón del BSN con Morovis, dirigido por el fenecido Miguel Mercado, en 1987, confesó sentirse complacida con el flamante programa, que fue idea del representante “Che” Pérez Cordero, del distrito de Aguadilla, y que en noviembre y diciembre de 2019 efectuó cuatro audiencias públicas para conocer el sentir de padres, entrenadores y el resto de la familia de alrededor de 15 deportes.

Este listado incluye actividades individuales y colectivas, e incluye, entre otras, baloncesto, béisbol y voleibol, las más populares, y de menor arraigo como tenis, natación, taekwondo, fútbol, karate, lucha, boxeo y judo.

Obviamente, esta ley pone freno a muchos clubes y escuelas que saturan a la niñez con exceso de acción y con el único fin de ganar a toda costa, sin tomar mucho en consideración la salud de la muchachada.

Sánchez Parés es consciente que habrá un periodo largo de educación y su posterior asimilación, particularmente con los papás, quienes en muchas ocasiones son los más que empujan a sus hijos a la búsqueda del triunfo, descartando el aprendizaje, la distracción y la camaradería con sus compañeros y sus rivales, que en este caso tendrán un perfil de aliado en un juego, no en una confrontación.

Ya era tiempo, pues, que se le pusiera coto a esta anomalía con visos de degeneración, con compañías que se dedican a fomentar torneos de fin de semana, de viernes a domingos, con cientos de equipos en tenaz lucha, dándose situaciones de competir hasta tres veces en una jornada, con precios abusivos de matrícula, de boletos para los testigos y venta carísima de comestibles.

Por fin, obviamente, se le pone el candado a este abuso de libertinajes, y el DRD opera finalmente como rector supremo de la tarea recreativa y deportiva. 

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