Sucedió en medio de un partido de fútbol infantil en la isla de Mallorca, en España, el domingo pasado: una batalla campal entre espectadores que involucró a varios padres de familia.
Según el Diario de Mallorca, la pelea estalló luego de que un padre saltara a la cancha para detener a uno de los jugadores del equipo de su hijo, que intentaba agredir a un rival.
Pero en un ambiente de por sí caldeado por el juego duro y las expulsiones, algunos espectadores pensaron que trataba de golpear al menor.
Y la violencia estalló al lado de la cancha.
El incidente, que le dio la vuelta al mundo y dejó varios heridos leves, está siendo investigado por la Guardia Civil.
Y las autoridades deportivas también están considerando sanciones ejemplares en contra de los clubes involucrados, la Unión Deportiva Collerense y la Unión Deportiva Alaró.
El primero de estos equipos ya suspendió a dos de los jugadores involucrados, mientras que el Alaró retiró a todo su equipo infantil (12 y 13 años) de la competición.
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