Cómo una pequeña liga de béisbol cambió a la ciudad más peligrosa de EE.UU.

En 2011, el ex traficante de drogas y ex convicto Bryan Morton pensó que dando a los niños de Camden (Nueva Jersey), la ciudad más peligrosa de EE.UU. por las drogas y la delincuencia, un lugar dónde jugar al béisbol ayudaría a aliviar los problemas de su comunidad. Así nació Little League Baseball, transformando parques en ‘islas de refugio’, cuenta la serie de YouTube Great Big Story.
En la última década, Camden ha soportado las tasas más altas de asesinato y pobreza de Estados Unidos. En 2014 tuvo el índice de delincuencia más alto del país, según el City Crime Rankings 2014 de CQ Press citado por «CNN». Pero es en este contexto que las ‘islas refugio’ permitió a niños bajar la guardia y jugar a ser niños gracias a Morton y un grupo incansable de entrenadores voluntarios.
«La vida aquí en Camden es peligrosa», dice Morton. «Para cada momento, por cada segundo que los niños están jugando aquí, ya no hay disparos. Por cada segundo que están aquí, no están presenciando algo que puede producir daño más tarde. Las apuestas son claras, y justo en frente de nosotros. Los niños que no participan están siendo presionados. Quienes participan en la liga, están a salvo».
Morton y sus amigos crecieron en medio de la delincuencia. De él se tenía la expectativa que jugaría al béisbol y que el Pyne Poynt Park sería parte de sus anécdotas. Pero cuando llegó a la adolescencia las expectativas cambiaron: ‘tenía’ que dedicarse al ‘oficio del barrio’. Creció en medio de la guerra del crack, donde la mayoría de hombres jóvenes que alguna vez jugaron béisbol estaban en las esquinas comercializando con drogas.
Morton abandonó la escuela para dedicarse a vender drogas junto a muchos de sus compañeros. Eventualmente fue arrestado y encarcelado. Tuvo que servir a la comunidad durante ocho largos años en la prisión estatal de Nueva Jersey. Por eso, al regresar a su hogar, lo hizo con la sensación de que algo debía de cambiar: así nació la idea del béisbol.
En Camden no se jugaba al béisbol desde hace 20 años, pero su mística con este deporte no había desaparecido, según Morton. Por eso pensó que si el «barrio está en el fuego, creemos un lugar seguro para los niños». Fue cuando nació el proyecto Little League Baseball.
Al inicio, nadie apoyó la iniciativa. Pero Morton se convirtió en líder y empezó a ejercer presión, pero no en la comunidad, sino entre los mismos distribuidores de droga. Con el tiempo, la presión se convirtió en la norma del parque Pyne Poynt Park: nada de drogas cerca. El primer año del proyecto acabó con un centenar de niños jugando, ahora son más de 650 pequeños beisbolistas con edades de entre cinco y 18 años.
El sonido de la delincuencia, silbidos de balas y gritos de desesperación; se convirtió en niños jugando y personas apoyándolos.
«Gran parte de nuestra vida en Camden y gran parte de nuestras vidas en nuestros núcleos urbanos está siendo duro, pero a los niños para las pocas horas que están aquí solo son libres de actuar a cabo y se convierten en el héroe que quieren ser», dice Morton. «No son más que la libertad de reír».
Llevar el proyecto no es fácil. Morton es consciente que hay muchas personas esperando a que fracase. Pero él solo sabe que tiene que seguir adelante e imponer su rutina de juego, pues si él no lo hace, nadie más lo hará en Camden. Y él quiere vivir al máximo, sin descanso, por el bienestar no solo de su persona, sino de su comunidad y sobretodo del de su pequeña hija.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.