Ansu Fati, cuyo protagonismo desapareció durante un último mes que permaneció en el anonimato tras su eclosión en el primero de competición, cumplió este jueves 17 años con su nombre en el centro de atención del Barcelona, donde se debate qué camino seguir con él, atendiendo tanto a su progresión como a las necesidades de Valverde, creciendo la sensación, admitió a ESPN Digital una fuente del club, de que pudiera ser citado en las próximas semanas para jugar con el segundo equipo.
Aunque el martes volvió a la titularidad frente al Valladolid en el Barça se entiende complicada, a corto plazo, su permanencia en el primer plano por lo que no sería “descartable” que jugase con el Barça B, alternando convocatorias con los dos equipos aunque se mantenga entrenando a las órdenes de Valverde en la primera plantilla. “Es bueno, a su edad, que se mantenga activo en competición”, se reveló.
Ansu pasó de enlazar seis partidos consecutivos, con dos titularidades y dos goles, entre el 25 de agosto y el 24 de septiembre a pasarse un mes entero sin volver a aparecer. Primero por unas molestias en la rodilla que le mantuvieron una semana de baja y después por la paulatina entrada en escena de los delanteros del primer equipo, situación normalizada y que motiva este nuevo escenario en el club.
“Si una semana no va a jugar con el primer equipo, no pasa nada porque juegue con el filial”, sostuvo la fuente consultada, alineándose con las palabras del entrenador del segundo equipo, quien contempla plausible esa opción.
“Es cierto que está (como Carles Pérez) en dinámica del primer equipo, pero a mi nadie me ha dicho que no bajará y estoy convencido que tarde o temprano vendrá con nosotros”, advirtió el lunes el entrenador del Barça B Javier García Pimienta y aunque este último miércoles Ansu volvió a ser titular con el primer equipo, frente al Valladolid, ya hay voces en el club que entienden “inadecuada” la inactividad semanal del joven futbolista.
Las lesiones de Messi, Luis Suárez y Dembélé catapultaron al plano de forma inesperada al canterano durante la última semana de agosto, convirtiéndose en la sensación azulgrana a partir del gol que marcó en Pamplona frente al Osasuna y que le mantuvo en el escenario invariablemente… Hasta que la recuperación de los cracks le llevó al banquillo.
“En la temporada de su debut oficial Messi jugó tres partidos seguidos y volvió al B, regresó al cabo de un mes y medio en cuatro partidos y volvió a bajar. Fue entrando poco a poco, sin prisas”, convino la fuente consultada, sumándose al discurso de Eusebio Sacristán, ayudante de Rijkaard en la época (temporada 2004-05) y que recordó que sabiendo que Leo “tenía una calidad fuera de lo común y nos sorprendió desde el primer momento por su descaro y atrevimiento” reveló que cuando ya había entrado en el primer equipo “se manejó la situación sin urgencias. Hemos hecho debutar a un chaval de 17 años. Fantástico. Tiene mucho por delante, vayamos con calma”.
Aquella paciencia que se impuso con Messi, quien cerró la temporada de su debut participando en 9 partidos oficiales (2 como titular) y sumando 240 minutos es la que se quiere repetir ahora con Ansu, puesto en el escenario por las lesiones y que ya ha jugado más minutos (296) en 7 partidos.
Con Messi, Suárez y Griezmann disponibles y el regreso también de Ousmane Dembélé encontrar una plaza en la delantera se adivina tarea harto complicada para el joven delantero, a quien el Barça logró apartar del Mundial sub17 que ya se juega en Brasil en previsión de las necesidades que pudiera tener Valverde durante este mes de noviembre. Aunque después del impacto mediático que protagonizó, ahora, su papel se sospecha más residual de lo que se aventuró hace semanas.
