Sin saber de su reconocido talento para el arte, Mikail Akar es un niño de siete años completamente normal al que, como muchos de su edad, le gustaría ser jugador de fútbol. Comenzó a pintar a los 5 años y hoy es considerado como el artista abstracto más joven del mundo. En dos años de actividad, el nombre de Mikail Akar traspasado la frontera de su Colonia natal al panorama internacional, exponiendo en una galería de arte y llegando a vender cuadros por miles de dólares a compradores .
Según su padre, Kerem Akar, contó a algunos medios, tanto su mujer como él descubrieron el talento de su hijo por casualidad el día que decidieron regalarle un lienzo y unas pinturas en lugar de más coches y figuras de acción.
Aquello sucedió cuando Mikail tenía cuatro años y desde entonces no ha dejado de crear e incluso de inventarse una técnica propia aplicando pintura sobre el lienzo con los guantes de boxeo de su padre. Aunque, como él mismo ha reconocido, no es lo único que hace porque pintar «le cansa mucho».
Sus padres aseguran que se encargan de que siga llevando la vida normal de un niño de siete años, aunque reconocen inevitable el cambio de vida que esto les ha supuesto: «Ahora vivimos para el arte».
