LOS ADOLESCENTES FUTBOLISTAS SON LOS QUE PEOR LO CONSIDERAN

Un estudio realizado por Xesús Pena y del que se hace eco el Diario da Universidade de Vigo afirma que los adolescentes que practican fútbol asocian valores más negativos al deporte que aquellos jóvenes que practican otras disciplinas.

Comprobar qué valores asocian los adolescentes con la práctica deportiva era el objetivo de la tesis de doctorado de Xesús Pena. Según explica Eduardo Muñiz en el diario digital de la universidad, Pena pudo percibir como los jóvenes asocian valores como la diversión, el esfuerzo o el juego limpio, todos ellos de índole positiva, al deporte. Paralelamente, la tesis también demuestra que los adolescentes encuestados, la mayoría de los cuales juegan al fútbol, asocian valores principalmente negativos a su deporte, ligando la práctica balompédica a la competitividad, el deseo de triunfar y de destacar como el mejor.

La tesis, que lleva por título Caracterización y análisis de los valores asociados al deporte en alumnos no universitarios fue dirigida por la investigadora del grupo GIES-10 y directora del Centro de Estudios Olímpicos de la Universidade de Vigo, María José Martínez Patiño.

Según explica Xesús Pena, los adolescentes que afirman practicar fútbol puntúan “significativamente máis alto que a media as variables negativas”.

“O deporte como instrumento educativo e de formación en valores está adquirindo cada vez unha relevancia máis notable”, destaca Xesús Pena en declaraciones difundidas por el portal web universitario. Con su investigación, Pena se propuso ahondar en cómo “está influíndo nos seus procesos formativos (de los jóvenes) e, o máis importante aínda, como podemos influír neles para adecualos á mellora educativa da sociedade”.

Tres de cada cuatro encuestados afirmaron practicar deporte de forma habitual, con una media de tres días por semana, aunque con mayoría del sexo masculino (el 54 % frente al 46 %).

Generalmente, los adolescentes asocian valores eminentemente positivos al deporte, siendo la diversión la característica mayormente asociada, con una puntuación de 3,62 sobre 4. Las variables consideradas positivas son las más indicadas en las respuestas del cuestionario realizado, junto con el valor competitivo, que en palabras de Xesús Pena, autor del estudio, es una característica que “tampouco podemos considerar intrinsecamente negativa”.

Además, afirma Pena que os “valores olímpicos”, como el esfuerzo, el juego limpio, la amistad y el respeto, “situáronse entre as seis máis puntuadas, mentres que aquelas caracterizadas por un sesgo negativo sitúanse claramente como as menos valoradas da serie”, como “machucar o rival, converterse nun ídolo ou ser o mellor”.

EL FÚTBOL, EL PEOR PARADO. El estudio llevado a cabo por Xesús Pena arrojó un total de 43 disciplinas deportivas practicadas por los jóvenes objeto de la encuesta, todos ellos estudiantes de secundaria y bachillerato de quince centros de la geografía gallega. Entre los más de cuarenta deportes realizados, el fútbol destaca como el más practicado, con una amplísima mayoría sobre el resto de disciplinas. El 36 % de los participantes en la encuesta afirmó jugar al fútbol de forma frecuente, frente al 12 % que optó por la natación, la segunda disciplina en número de practicantes. Le siguen, con menor porcentaje, el baloncesto, el deporte del 8 % de los adolescentes que formaban la muestra, y el balonmano y ciclismo, ambos acaparando el 5 % de los jóvenes.

El estudio constató que el fútbol sigue siendo un deporte practicado de forma mayoritaria por chicos, pues el 82 % de cuantos afirmaron jugar al balompié eran hombres. Todos ellos coincidieron en otorgar a su deporte puntuaciones “significativamente máis altas que a media ás variables cualificadas como negativas, como sería o caso de competir, trunfar, facer músculo e ser o mellor”. Sin embargo, se produce un dato llamativo en este punto, pues a diferencia de los chicos, las chicas que afirmaron jugar al fútbol no cayeron en aspectos tan negativos, sino que otorgaron mayores puntuaciones que los hombres a las variables consideradas positivas, excepto a “superación e constancia”. Las puntuaciones más bajas para las chicas en lo referente a la práctica del fútbol fueron a parar a las variables consideradas negativas, con la excepción de la variable “adelgazar”.

Un dato que se extrae del estudio llevado a cabo por Xesús Pena es que aquellos jóvenes que participaron en la muestra y que aseguraron no practicar deporte alguno, cuando tuvieron que valorar el fútbol lo hicieron asociándole más valores positivos que los propios practicantes del balompié.

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