El sueño de llegar a Grandes Ligas de prospectos nicas

MANAGUA, Nicaragua. El scout nicaragüense Marvin Throneberry clava su mirada en una recta lanzada por un posible prospecto de Grandes Ligas. El menor está en un descuidado estadio juvenil en Managua, pero Throneberry ya lo sueña uniformado en las Grandes Ligas.
En Nicaragua existen 10 “part time scouts”, es decir, que no se dedican a tiempo completo a buscar prospectos y que tampoco perciben un bono extra si la organización a la que representan firma a un pelotero recomendado por ellos.
“Yo comencé ganando 50 dólares al mes, era un scout asociado. Mis primeros 100 dólares los gané cuando firmaron a Edgar López. En 1995 me dieron un contrato de “part time scout”, no necesariamente tenemos que firmar a un pelotero para ganar dinero, nosotros tenemos un salario establecido”, dice Throneberry, quien desde 1994 representa a los Bravos de Atlanta.
Esa organización es la que más peloteros ha firmado en Nicaragua, con 33, sin embargo, esa gran cantidad lamentablemente no está reflejada en las Grandes Ligas.
Cifras no oficiales indican que desde 1945 unos 180 jugadores nicaragüenses han logrado acuerdos con equipos de Grandes Ligas, pero solo 13 han alcanzado su sueño. En 1976, Denis Martínez fue el primero en llegar a las Ligas Mayores, y el último, este año, fue Juan Carlos Ramírez, que está intentando establecerse con los Filis de Filadelfia.
La firma
Para firmar a un pelotero, los scouts son clave. Ellos deben confirmar que los jugadores cumplen con los requisitos exigidos por los equipos que representan.
La edad del prospecto es fundamental, porque si es más joven y tiene más herramientas técnicas, el bono económico será mayor.
Los “part time scouts” que existen en Nicaragua son: Sandy Moreno (San Francisco), Nemesio Porras (Dodgers), Elvin Jarquín (Padres de San Diego), Marvin Throneberry (Bravos de Atlanta), Cristian Blanco (San Luis), Edgard Rodríguez (Yankees), Juan López (Kansas City), Daniel Sotelo (Toronto), Julio Sánchez (Arizona) y Rafael Mendoza (Boston).
Además de los scouts, existen los “formadores de peloteros”, como Wilfredo Blanco, quien hasta el momento ha logrado las dos firmas con mayor valor en la historia de Nicaragua: Cheslor Cuthbert (1.5 millones de dólares) con los Reales de Kansas City, y el chinandegano Jesús López (950 mil dólares) que recientemente se unió a los Atléticos de Oakland.
Ramón Flores, Gonzalo López y Elmer Reyes son los mejores prospectos que ha firmado Throneberry, pero solo Reyes sigue en la carrera por llegar a las Grandes Ligas.
Reyes, nacido en 1990 y originario de Nagarote, fue firmado en el 2009 por una suma menor de 20 mil dólares. El muchacho, contrario a otros peloteros que han firmado por cantidades mayores, está dejando una buena impresión.
Reyes juega con el Lynchburg Hillcats, en Clase A fuerte, y tiene promedio de bateo de .285, con 60 carreras impulsadas y 5 jonrones. No sería descabellado que pronto lo ascendieran a Grandes Ligas si sigue con ese ritmo.
El enlace de Wilton López
A estas alturas todos deben estar familiarizados con el nombre de Wilton López, relevista de los Rockies de Colorado, originario de León. Edgard Rodríguez, scout de los Yankees de Nueva York desde 1996, puso el ojo y no se equivocó al recomendarlo para que lo firmaran, aunque al final la vida le tendría mejores sorpresas.
“Antes de firmar a un pelotero le observás el físico, después analizás si no hay debilidades, enfatizás en aquellos aspectos que no se pueden mejorar. Alguien tiene velocidad o no tiene velocidad. Por ejemplo, vos podés mejorarle la defensiva a alguien, pero a un pelotero que no tiene la capacidad para hacer contacto con la bola, eso no se lo podés mejorar, batea o no batea”, comenta Rodríguez.
“Un día leí un artículo de Tito Rondón, que había llegado un tira-piedras de Rota, municipio de León, fui a verlo al IND (Instituto Nicaragüense de Deportes) y efectivamente el muchacho lanzaba fuerte. Le preguntaba a Nemesio Porras y me decía que costaba sacarle el bate”, relató Rodríguez.
“Yo hice la recomendación, lo firmaron por 20 mil dólares, posteriormente lo dejaron libre, se fue a los Padres. Los Astros lo consiguieron durante tres años y después lo traspasaron a los Rockies de Colorado en un canje”, agrega Rodríguez.
López, firmado por una cantidad poco ostentosa, hoy gana 1.7 millones de dólares por temporada con Colorado.
El scout de los Yankees asegura que lo malo de esta labor es que “a veces te toca recorrer distancias largas, la gente se emociona con un pelotero, dicen que hay un pitcher que lanza 90 millas, pero cuando lo ves no es así”.
El maestro de Cuthbert y López
Cheslor Cuthbert, originario de Corn Island, es el pelotero que obtuvo el bono más alto por firmar con un equipo de Grandes Ligas, en este caso los Reales de Kansas City: 1.5 millones de dólares, cuando apenas tenía 16 años, en 2009.
Wilfredo Blanco, quien fue scout de los Mets de Nueva York para Latinoamérica durante 15 años, vio las credenciales de Cuthbert, y decidió darle seguimiento.
“Yo me dedico a enseñarle a los muchachos. Me llevan 2 o 3 años desarrollarlos, porque ayudarles a batear no es tan fácil. Uso toda la tecnología que tenga a mi alcance, busco los defectos y trato de corregírselos en 5 o 6 meses, porque al ser jóvenes tienen muchos errores”, comenta Blanco.
Jesús López, originario de Chinandega, firmó este año con Oakland por casi un millón de dólares, para convertirse en la segunda suma más alta para un nicaragüense y también era representado por Blanco.
Extraoficialmente se conoce que algunos entrenadores nicaragüenses, llamados también agentes y que tienen contratos directos con los jugadores, perciben hasta el 30% del bono que reciben sus representados.
La estrella que no fue
Gonzalo López lo prometía todo. El muchacho originario de Las Américas 1 en Managua, firmó a los 16 años con los Bravos de Atlanta por 725 mil dólares. Throneberry estuvo involucrado como enlace en la operación y, según su versión, el pelotero estaba destinado a triunfar.
“Gonzalo lanzaba 88 millas cuando lo firmamos, después subió hasta 94 millas. Pasará mucho tiempo para que surja otro jugador como él, es lo mejor que he visto, me atrevo a decir que tenía más herramientas que Denis Martínez para llegar lejos”, dijo el scout de los Bravos.
Poco tiempo después de estampar su firma con los Bravos, López se vio involucrado en indisciplina con su equipo y fue puesto en una lista de peloteros restringidos.
“Parece que a nuestros peloteros les gusta pasar necesidades. No se ponen a pensar en su familia y botan un futuro que les podría dar millones si se propusieran ser mejores”, indicaba en aquel momento Throneberry.
Para muchos, Gonzalo se pudo convertir en una súper estrella, pero al final no lo fue. Se convirtió en un sueño efímero.
En 2009 López estaba lanzando nuevamente, pero en Nicaragua, pero su brazo nunca fue el mismo. Su último lanzamiento, lejos de las 94 millas que alguna vez logró, lo hizo en el pasado Campeonato “Germán Pomares”, con los Dantos.
El dinero no lo es todo
Al parecer, aquellos peloteros que firman por cantidades inferiores son los que tienen más posibilidades de llegar a las Grandes Ligas.
Everth Cabrera recibió apenas 5 mil dólares por su firma y no era un pelotero con grandes condiciones, pero su perseverancia lo convirtió en uno de los mejores robadores de base y campocorto en las Grandes Ligas, con los Padres de San Diego.
Por su parte Denis Martínez, lanzador de un Juego Perfecto y máximo ganador latino de todos los tiempos, con 245 triunfos, firmó con los Orioles de Baltimore en 1973 por una cifra cercana a los 10 mil dólares, que según el economista Alejandro Aráuz, representan unos 32 mil dólares en la actualidad.
“El mercado de los peloteros actualmente se mueve por varios parámetros. El precio que tendrían que ofrecerle a Denis Martínez hoy en día, dadas las cualidades que él tenía, no está en relación al aumento monetario de la moneda, sino al mercado”, explicó Aráuz.
“Los 10 mil dólares que le dieron, en términos de valor actual, son 32 mil dólares, pero el mercado actual es diferente al de ese tiempo, por consiguiente, Denis Martínez estaría siendo firmado por millones y no por miles. Esa es la diferencia, y por eso no es exacto hacer la comparación en términos de valor presente”, señaló Aráuz.
Otro que logró mucho en las Grandes Ligas, Vicente Padilla, recibió 12,500 dólares por firmar con Arizona.
Juan Carlos Ramírez, que debutó este año con los Filis de Filadelfia, se agenció cerca de 32 mil dólares cuando alcanzó un acuerdo con los Marineros de Seattle, en 2005.
De los 13 peloteros nicaragüenses que han llegado a Grandes Ligas, el rivense Erasmo Ramírez es el que más dinero se ha ingresado por firmar. Se dice que obtuvo 50 mil dólares en 2007, pero los diarios de El Salvador, país donde se efectuó la operación a través de la Fundación Educando a un Salvadoreño, FESA, indican que fue por 75 mil.
Los scouts cumplen sueños, pero algunos son efímeros, no por culpa de ellos sino porque no todos quienes firman llegan a Grandes Ligas, y muchos terminan fracasando en la búsqueda del éxito.

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