Evoluciona la forma de escautear prospectos

Las tareas son multiples. Cargar con una cámara para grabar el turno ofensivo del prospecto interesado; llevar una pistola de radar para medir la velocidad de los envíos de los lanzadores; cronometrar el corrido de bases de algún jugador; realizar un primer informe sobre las herramientas del evaluado; completar un segundo informe sobre la conducta de la joven promesa fuera del parque; efectuar una prueba neurológica con un programa especial instalado en su computadora; y acordar una cita entre el joven y el psicólogo de la organización.
Lucen ser bastantes responsabilidades para una sola persona. Para el escucha Edgar Pérez es una realidad en su profesión. Es parte de la evolución de su trabajo como cazatalentos con la organización de los Medias Rojas de Boston.
“Así como el béisbol ha cambiado, mi trabajo con la organización ha cambiado. Todos los años se le va añadiendo alguna nueva tarea al ‘job description’ original. Somos una organización bien tecnológica y tenemos que estar al día”, comparte Pérez con El Nuevo Día.
Y en su caso ha sido así por la visión y filosofía que adaptó la organización tras la llegada del exgerente general Theo Epstein en el 2002 con 28 años.PROSPECTO PEDRO GONZALEZ.10.04.14 (1)

PROSPECTOS EN EL CAMPO
Con Epstein, Boston le dio otra mirada al béisbol, ajustándose un poco al modelo conocido como ‘Moneyball’, basado en el sistema del gerente general de los Atléticos de Oakland, Billy Beane, con relación a la manera que la tecnología y las estadísticas avanzadas (conocidas como ‘sabermetrics’) van ganando terreno en este deporte y parecen ir chocando con la parte romántica y tradicional.
A principios de 2000, Pérez recordó que sus tareas eran más sencillas en su preparación para el sorteo de novatos de las Grandes Ligas. “Escribía el informe del jugador a mano y lo metía en un sobre para enviarlo a las oficinas de la organización”, compartió Pérez sobre sus inicios con los Indios de Cleveland.
Epstein llegó a Boston y transformó el departamento de escuchas al integrar nueva tecnología. Y también lo hizo en su llegada a los Cachorros de Chicago en el 2011.
“He escuchado que desde que llegó Theo, las cosas fueron cambiando”, dice Pérez, quien lleva 10 años como escucha a tiempo completo con los Medias Rojas.
Fue el momento en que las cámaras comenzaron a llegar a manos de los escuchas y se ampliaba un departamento de data. Los técnicos en las oficinas utilizarían los vídeos para probar a los prospectos en cuanto al reconocimiento de los lanzamientos y medir otras habilidades.
Así que a la hora de evaluar, Pérez lleva una cámara para grabar los ‘swings’ de los jugadores. Es un material que enviará luego a las oficinas de la organización y un personal técnico lo utilizará en unos programas especiales para hacer proyecciones. “Ellos toman mi evaluación escrita y tratan de parearla con lo que dice el sistema. Es posible que el sistema diga que ese jugador bateará .230 en las Grandes Ligas y mi informe que promediará .300. Eso me llevará a seguir buscando comparaciones del jugador para mejorar la proyección”, explicó.
Perez no cree que la tecnología ni las estadísticas avanzadas reemplazarán la labor de los escuchas. Dijo que en el proceso, hay dos aspectos relevantes que hacen indispensable la presencia y la labor de los ‘scouts’: la evaluación de las herramientas de los jugadores y de la conducta de ellos dentro y fuera del terreno.
“El papel puede decir que un jugador bateó de 3-0, pero no dice cuán bien le pegó a la pelota y cuán buenos fueron esos turnos”, dice.
“El papel tampoco te dirá en la manera que el jugador reacciona después de un ponche y su fortaleza mental para recuperarse y responder en un momento crítico en la novena entrada. O cómo puede responder con la presión de los fanáticos o cómo se comporta en la calle o en la escuela. Hay muchos aspectos que las estadísticas no pueden medir en un jugador”.
“Entiendo que los escuchas siempre vamos a existir. Es más te diría que ahora mismo, hay organizaciones aumentando su base de escuchas para evaluar solamente en los junior college en Estados Unidos. Lo que sí llegó para quedarse es la tecnología y el estudio de las estadísticas. Es algo que siempre acompañará el informe de los escuchas”, prosigue Pérez, quien también recomendó la firma del receptor Christian Vázquez.
En la organización de Boston, hay dos evaluaciones particulares cuando existe un alto interés en un jugador que puede ser seleccionado en la primera ronda y representar una inversión millonaria para la organización. Hay ciertos controles, dijo Pérez, para tratar de minimizar el riesgo en la inversión. En su caso, contó, también coordina un encuentro con el jugador para realizarle una prueba neurológica a través de un programa especial en su computadora.
“Es un requisito y recuerdo que la primera vez lo hice con Reymond Fuentes”, dijo en referencia al jardinero que fue seleccionado por Boston en la ronda inicial del sorteo de 2009 con una bonificación de $1.1 millones. “Lo que el estudio busca es saber cuán rápido reacciona el cerebro. Es un programa que tengo en la computadora y es algo que la organización evalúa seriamente”, precisa.
Y si el interés por el joven promesa va aumentando de cara al sorteo, Pérez, igualmente, coordinará una cita entre el jugador y un psicológo de la organización, que viajaría a la Isla. Dijo que hace unas semanas, un especialista de los Medias Rojas viajó a la Isla y se reunió con dos de los principales prospectos del país con miras al venidero sorteo en el verano.
“Aquí se invierte mucho dinero en un jugador de primera ronda y la organización vela que esa inversión tenga el menor riesgo posible. Esa cita del psicológo es esencial y me da una guía para saber cómo evaluar la conducta de un pelotero”.
Pero en esta industria no todas las organizaciones creen en el ‘Moneyball’.
HéctorOterolo puede confirmar. Trabajó 16 años con la organización de los Mellizos de Minnesota y ahora está debutando con los Rojos de Cincinnati.
“Minnesota era bien ‘old school scouting’. Era una gente bien enfocada en evaluar las herramientas del jugador en el partido. Nunca usé un vídeo en Minnesota. Solo miraba el juego y evaluaba”, dijo Otero, responsable de las firmas de los boricuas Eddie Rosario, Kennys Vargas y José Orlando Berríos.
Ahora, Otero está de vuelta como escucha con los Rojos, después de varios años de ausencia. Labora a tiempo completo y tampoco debe llevar una cámara en mano. “No hay esa visión”, dijo.
Otero lleva casi dos décadas como escucha y sí reconoció los cambios en la industria del béisbol. “Hay un auge grande en las organizaciones por la tecnología y las estadísticas. Están invirtiendo mucho dinero en los jugadores y quieren estar seguros de la decisión. Pienso que la evaluación de los escuchas y las estadísticas pueden combinarse bien, aunque sigo pensando que le darán mayor peso al informe de los escuchas”, opinó Otero.

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