Vladimir Guerrero sugiere a prospectos enfocarse en béisbol y no en los autos

Pocas veces Vladimir Guerrero había abierto su corazón para hablar de su vida, de su carrera y de su familia.
“Conservo mis raíces. La gente me quiere tanto en Don Gregorio, Nizao, que puedo salir a pie de noche, y no me pasaría nada”, contó el futuro Salón de la Fama de Grandes Ligas.
Guerrero revela que casi toda su familia es evangélica, y que por ello imperan los valores. “Aquí somos creyentes en Dios”, dijo en tono firme.
En una excelente entrevista hecha por la periodista Rammy Portorreal para el progama “Zona 5”, de Laura Castellanos, Guerrero habló de muchos temas muy relevantes.
El consejo a los novatos
“Estoy preocupado porque a los novatos se les está dando mucho dinero, y en lugar de jugar más duro, lo que hacen es comprarse un carro de lujo y pierden el enfoque”, expresó.
“Pienso que lo primero es jugar duro, luego disfrutar los logros personales y económicos”, agregó.
¿Qué hace Vladimir?
“Jugar dominó y softbol y compartir con mi familia. Eso es lo que realmente me hace feliz”, dijo.
A Guerrero no le importa que lo vean en chancletas o con el pelo largo, en realidad vive como él se siente bien.
¿Por que fue un bateador de bolas malas?
“Yo jugué mucho la placa. Y eso me dio una habilidad especial para batear. Más fácil me hacían out con un pitcheo por el centro del home”, contó.
¿Te frustró no llegar al Salón de la Fama en tu primer intento?
“Aún cuando mucha gente me daba seguridad de que llegaría este año, siempre pensé que este año o cuando sea, será en el tiempo de Dios. Me sentí satisfecho con los votos recibidos, y no hay nada de resentimientos”.
¿Por qué tantos peloteros en tu familia?
“Eso corre por las venas de las familia. Yo, Wilton, Eliezer y ahora Julio Guerrero Jr.”, expuso.
¿Pensaste en llegar a ser un pelotero?
“Realmente no. Cuando comencé a jugar, casi ningún escucha miraba hacia acá, y pienso que fui una ficha clave para que eso cambiara”, comentó.
Gracias a su empeño, su carrera fue brillante con promedio de bateo de .318, con 2,590 hits, 449 jonrones, 1,496 carreras remolcadas, nueve visitas al Juego de las Estrellas, ocho Bates de Plata y el premio de Más Valioso en el 2004.
¿Gente de béisbol que aprecia mucho?
Los inmortales Juan Marichal y su compadre Pedro Martínez.
Y la gente que lo vio crecer como Felipe y Moisés Alou, entre otros.
La humildad de Vladimir Guerrero
Una de las cosas que mejor exhibe el jugador es su humildad.
“Soy así, y realmente no pienso cambiar. El dinero y la fama es algo pasajero y no da toda la felicidad”, expresó sonriente.
¡Vive muy feliz!

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