El futuro del básquet dominicano de la mano de Creso

La medalla dorada que acaba de conquistar en Centrobasket U-17 tras vencer a Puerto Rico en la final, envía la clara señal de que el futuro del baloncesto dominicano está garantizado.
Parte de ese talento fue mostrado por Alanzo Frink, un delantero de 6¥8 de estatura que resultó electo Jugador Más Valioso del torneo, así como por el defensa tirador David Jones, que al decir del dirigente Víctor Hansen “tiene el mayor potencial que podemos ver en el programa (Proyecto de Selecciones Nacionales) y solo debe mejorar en su defensa”.
La clase de ambos, más el potencial de Cristian Lora, un gigante de 6¥10, han dejado un buen sabor en la boca.
Frink, de notables habilidades y 270 libras de peso, entre las que resaltan su capacidad para poner el balón en el piso y de pasador, es producto de los campamentos que desde hace cuatro años realiza la Federación Dominicana de Baloncesto en Estados Unidos, principalmente en Nueva York y Florida.
“Es un muchacho dedicado que se ha compenetrado muy bien con los demás integrantes del equipo y cuyo techo es el cielo”, enfatiza Rafael Uribe, presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto, sobre el jugador nacido en Nueva Jersey en el 2000, pero hijo de la francomacorisana Ingrid Frink. “En él la República Dominicana tendrá a otro NBA”.
Hansen, quien tomó las riendas del equipo unas tres semanas antes del inicio del Centrobasket y lo llevó al lugar más alto del pódium, resalta que con Frink y Lora el país tendrá por mucho tiempo a dos respetables jugadores en la zona de la pintura que deben causar daños a los países rivales.
Sobre Lora, un favorito de la afición que hasta hace un año practicaba béisbol, admite que todavía no domina los fundamentos del juego, pero que podría convertirse en un jugador con la dimensión que tuvo José –El Grillo– Vargas.
“El todavía no sabe desplazarse en la cancha y hasta hace tres meses ni sabía donquear, pero aprendió un movimiento y ya lo hace. Ahora le encanta y tenemos que decirle que el juego no es solo donquear”, subraya Hansen, un otrora armador que en el 2014 fue llevado a la inmortalidad.
Los “guards” Andres Féliz y Jherry Matos y el pequeño delantero Jeromy Rodríguez, que ya rondan los 20 años, también forman parte del futuro del basket dominicano.
Ese grupo está llamado a unirse al que encabeza el ya estelar Ángel Luis Delgado, quien viste el uniforme de la universidad de Seton Hall y este año fue líder rebotero de la División Uno de la NCAA (13.1 rpj), así como a “El Vikingo” Rigoberto Mendoza, Jonathan Araújo y Yerri Flores, sobre todos.
“El país va a poder ver dentro de pocos años a todos estos talentos diseminados en el país y también vistiendo el uniforme nacional”, expresa Uribe con evidente satisfación.

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