Un niño recorre 1,000 kilómetros para entrenarse con su ídolo

Yuga Murase, de 11 años, tiene que afrontar cinco horas de ida (1,000 kilómetros) y otras cinco de vuelta para poder asistir a estos campus de fútbol organizados por la ‘Iniesta Methodology’. Siempre acompañado por su padre, conductor en los largos trayectos, el joven es un férreo aficionado del Vissel Kobe, sobre todo desde que llegó el español Andrés Iniesta. 

DE NAGANO A KOBE

Según cuenta su padre, Yuga siempre llora desconsolado hasta caer rendido por el cansancio en el viaje de regreso a casa, después del entrenamiento impartido por su ídolo y por el resto de preparadores de la Academia. Hace unos días, el propio pequeño celebraba entusiasmado la apertura de una línea aérea entre su ciudad, Nagano, y la localidad de Kobe, lo que le facilitaría asistir con mayor asiduidad a los partidos del equipo de Iniesta, donde también se encuentra David Villa

En agosto, Iniesta organizó su primer campus en el país nipón. Allí, por supuesto, acudió Yuga, con la intención de abrazar y compartir confidencias con su referente. Sus lágrimas no cesaban mientras se fotografiaba con el ex jugador del Barcelona, cautivado al conocer el largo trayecto realizado para acudir a la cita.

«SER TAN BUENA PERSONA COMO ÉL»

Conocedor Iniesta de la gran pasión y esfuerzo de Yuga y de toda su familia, organizó un encuentro en los vestuarios del Vissel Kobe tras un partido de liga. El joven recibió entonces la camiseta del ‘8’ firmada, como no podía ser de otra manera. «Ojalá pueda jugar como Iniesta algún día, pero sobre todo ojalá pueda ser tan buena persona como él», explicó el pequeño tras su encuentro con el manchego. Un día que jamás se le borrará de la memoria. 

Aquella reunión con Iniesta cambió el carácter del muchacho de 11 años, según contó su madre. «Hemos aprendido que los sueños se pueden hacer realidad», relató en una carta de agradecimiento que envió a la Academia.

Su padre, siempre pendiente del calendario para no perderse las próximas citas, seguirá conduciendo los kilómetros que haga falta para cumplir el deseo de su hijo. Y Yuga cumplirá el único requisito impuesto por éste: mantener su buen rendimiento en el colegio. Lo que sea por compartir balón con Andrés Iniesta.

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