LA NIÑAS NICA QUE QUIERE SER BEISBOLISTA

Cuando María Valentina Zapata Hodgson, de siete años de edad, se dirigió al cajón de bateo, fue imposible que pasara desapercibida. Fue la única niña que jugó en el Festival de Beisbol, categoría Pee Wee (5-7 años) organizado por la entrenadora Angélica Ramírez y realizado en el Estadio Roberto Clemente, del parque Luis Alfonso Velásquez, de Managua, hace unas semanas.

«Como madre me siento muy alegre cuando la veo jugar. Mis dos hijos juegan beisbol. Esperaba que ellos jugaran beisbol, pues mi papá jugó beisbol y el padre de mis hijos también ha jugado y es quien les ha enseñado este deporte que es sano», explica emocionada Eira Hodgson Ruiz, mamá de María Valentina, quienes habitan en Puerto Sandino, carretera vieja a León.

María Valentina llegó a la caja de bateo, se acomodó la gorra, luego el bate entre sus manitos y tras ver pasar el primer lanzamiento, conectó de hit logrando llegar a primera base.

«Desde muy pequeña a mi hija le interesó el beisbol. Es un juego que ha venido aprendiendo. Le gusta mucho. Este es su primer evento Pee Wee. Ella cubre primera y también segunda y las ha defendido bien», dice con orgullo Eira.

El entrenador Wilder González con la niña María Valentina en el Festival de Beisbol Pee Wee en Managua. LA PRENSA/ROSA MEMBREÑO.

Luego de dos imparables seguidos por la zona de los jardines de parte de sus compañeritos de juego, María Valentina logró llegar a home y anotar.

«Ella ha mostrado su talento lo más que ha podido. Ella batea, también agarra (los batazos), es bien disciplinada.  Recuerdo que ella llegaba al cuadro y entonces hablé con sus padres para que le dieran permiso de jugar. También tengo un equipo de softbol femenino y la idea es que ella también lo practique en el futuro», manifiesta el mánager Wilder González, del equipo Marineritos de Puerto Sandino, de Nagarote, al que pertenece la niña.

Fue hace unos meses que con la ayuda total de los padres de familia es que nace Marineritos con el objetivo que los niños practiquen beisbol.

«El equipo surgió en Puerto Sandino. No tenemos patrocinio de nadie. Los padres formamos una directiva y cada padre hace el esfuerzo por sacar adelante al equipo y los niños. Jugamos en la Liga de Beisbol de Nagarote y ella es la única niña que ahí juega. En total, Marineritos tiene a 16 niños», agrega González.

María Valentina afirma que «jugar con niños es fácil. Lo que más me gusta es cubrir bases. Me ha costado aprender beisbol. Cuando sea grande quiero seguir jugando beisbol. Tengo un hermano que juega también beisbol y eso es bonito. Me ha gustado este torneo pues he conocido a otros niños», dice la niña, quien este año cursará tercer grado de primaria.

María Valentina con la medallita lograda en el Festival de Beisbol Pee Wee en Managua. LA PRENSA/ROSA MEMBREÑO.

El niño Bruno Alexander Zatapa Hodgson, del equipo Leoncitos de Miramar, es el hermano de María Valentina, quien han recibido las enseñanzas del beisbol por medio de su papá Norlan Zapata.

«Ellos disfrutan jugar beisbol. En la escuela el niño a veces juega futbol, pero a ambos les apasiona el beisbol. Ahora que hay beisbol femenino quizás ella juega cuando sea más grandecita, si ella quiere yo la seguiré apoyando», finaliza Eira.

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