Al igual que muchos otros de sus colegas, el pelotero dominicano Cristian Santana está comenzando a considerar la posibilidad de tener que convertirse en chofer de Uber o buscar otro empleo temporal en algún momento de la agonizante espera por el regreso del béisbol, paralizado indefinidamente por el coronavirus.
«Así es, así es. Lo he pensado. Hay que trabajar. Como se sabe, no firmé por un gran bono, hay que salir a buscar el dinero porque si no vamos a terminar de hundirmos», dijo Santana a ESPN Digital desde Arizona.
«Hay muchos trabajos aquí en los que no se necesita tener una profesión, por ejemplo ahí está Uber, o algo así, que sé yo. Sé manejar, entonces esa es una de las opciones que tengo», dijo Santana. «Vivo en un apartamento con mi novia, tengo que hacer algo», agregó.
El pasado 12 de marzo, la oficina del comisionado de Grandes Ligas (MLB) canceló la pretemporada y postergó el inicio de la temporada regular debido a la propagación del virus, que ya convertido en pandemia, frizó el deporte a nivel global y puso en duda la celebración de eventos masivos, al menos por los próximos meses.
Al día siguiente, Minor League Baseball (MILB), entidad que afilia a las ligas menores, anunció que las temporadas de calendarios largos (Triple A, Doble A y A fuerte) no arrancarían como estaba programado el 9 de abril «hasta que los expertos y las agencias de salud pública hayan decidido que es seguro comenzar», dijo Pat O’Conner, presidente del organismo.
Santana, un antesalista de 23 años en las ligas menores de los Los Angeles Dodgers, bateaba .350 con dos extrabases y cuatro carreras anotadas en 21 apariciones con el equipo grande durante la temporada de exhibición hasta que el COVID-19 coronavirus ponchó a todo el béisbol.
Un veterano de siete temporadas profesionales, Santana, quien firmó por un bono de $50 mil dólares en el 2014, perdió la etiqueta de gran prospecto cuando los Dodgers le sacaron del roster de 40 y no fue reclamado en el sorteo Regla 5 de diciembre pasado.
Sin embargo, un jugador con defensa superior que pegó 24 jonrones y remolcó 109 en Clase A fuerte en 2018 y bateó .301 en AA en 2019, Santana aún podría tener la oportunidad de llegar y establecerse en Grandes Ligas, especialmente fuera de los Dodgers, una de las organizaciones con mayor sobrepoblación de talento superior en la actualidad.
Alcanzar las ligas mayores es la panacea universal de todos los peloteros. En Grandes Ligas todo es de lujo, comenzando con el salario, que arranca en casi $600 mil dólares anuales y el año pasado superó los $4 millones en promedio. Los peloteros de Grandes Ligas no cobrarán sus fabulosos salarios si no hay temporada, pero al menos recibirán $300 mil dólares cada uno por un acuerdo entre la MLB y la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas (MLBPA).
En ligas menores es muy diferente, especialmente si el coronavirus llegara a cancelar las temporadas.
La semana pasada, la MLBPA aprobó un plan de asistencia financiera para socorrer a cerca de 370 jugadores que estaban en entrenamientos primaverales de los equipos principales con pactos de ligas menores.
El plan, no obstante, solamente beneficia a peloteros con experiencia previa en MLB, con pagos que van desde $7,500 dólares a los que aparecieron en al menos una temporada y $50 mil a los que tienen seis años de experiencia en el máximo nivel.
Los reales peloteros de ligas menores que regresaron a casa cuando cerraron los campos de entrenamientos están recibiendo $400 dólares semanales de parte de sus organizaciones hasta el 31 de mayo, «momento en el cual volveremos a evaluar las circunstancias», de acuerdo a un memo enviado por el comisionado Rob Manfred el 31 de marzo a los jugadores de ligas menores.
El pago casi duplica (y triplica en algunos casos) la dieta semanal que reciben los jugadores de ligas menores durante los entrenamientos, pero está por debajo del promedio de $500 dólares que devengaron el año pasado los de Triple A, donde era muy posible que jugara Santana en 2020.