LAS PLAYAS SE CONVIERTEN EN CAMPAMENTOS PARA PROSPECTOS

En un año 2020 sin una pandemia, Nelson Velázquez ahora mismo estuviera atrapando pelotas en los jardines en la acción de la Clase A avanzada con los Pelicans de Myrtle Beach, Carolina del Sur, filial de la organización de los Cubs Chicago.

El lanzador Yomil Maysonet pondría a prueba su recuperado brazo derecho en la Clase A corta en Greeneville (Tennessee) o en Billings (Montana) con los Reds de Cincinnati; Oscar Collazo tendría la careta y los aperos puestos en Missoula o Hillsboro (Oregon) con los Diamondbacks de Arizona; y el novato Fernando Amaro estaría con los Rangers de Texas en Arizona.

Tras la cancelación de la temporada de las Ligas Menores debido al impacto del coronavirus en el béisbol organizado, los cuatro peloteros boricuas se encuentran en la isla sudando la gota gorda para mantener la condición física.

Ayer, El Nuevo Día fue testigo del intenso entrenamiento de estos jugadores, trotando descalzos durante 45 minutos por toda la orilla de la playa de Pine Grove, en Isla Verde, en una mañana soleada y calurosa, cruzándose con turistas y personas locales que se daban un chapuzón o tomaban bronceados en sus sillas playeras.

Es prueba de que los prospectos no han cruzado los brazos —al estar fuera de los parques— para mantenerse activos bajo la supervisión del entrenador Rafael París, de la National Baseball Academy, que un día a la semana traslada las sesiones de entrenamiento a la arena caliente al no tener acceso a los parques de béisbol, los cuales serán abiertos el próximo 15 de julio como parte de las normas de la actual Orden Ejecutiva del gobierno.

“Lo que está sucediendo es difícil, pero seguimos entrenando, poniéndonos al día en la playa y poniendo de nuestra parte para estar fuertes el año que viene. Estar aquí es maravilloso porque no estoy en casa sin hacer nada y estamos con París que siempre nos da la mano”, expresó Velázquez después de correr 4.5 millas.

El jardinero carolinense de 21 años fue seleccionado en la quinta ronda del sorteo de novatos de las Mayores en 2017 por los Cubs. El año pasado, jugó 72 partidos en la Clase A con promedio de .286, cuatro cuadrangulares y 34 carrera impulsadas.

Aunque se quedó con las ganas de jugar este año, Velázquez entiende que las Grandes Ligas hizo bien en frenar la temporada de liga menor para velar por la salud de los jugadores. Además, confía en que la pausa no atrasará sus aspiraciones de tomarse su primer ‘café’ en el Circo Grande en un futuro cercano. En una nota positiva, Velázquez —quien pertenece a los Criollos de Caguas en el béisbol invernal— informó que los Cubs tienen planes de realizar un torneo pequeño con un grupo de jugadores de su finca. 

“Espero en Dios en dos semanas recibir la llamada para ir a Chicago, si dan el permiso, para practicar y mantenerme en forma”, dijo Velázquez, quien figura entre los mejores 30 prospectos de la organización en 2020.

Yomil Maysonet, quien pertenece a los Reds de Cincinnati, se esfuerza para terminar una sesión de agilidad en la arena. (Vanessa Serra Diaz)

Mayor tiempo para sanar

Después de la larga corrida, los peloteros, junto a los graduados de escuela superior Carlos Martínez y Kiván Farraró, se lanzaron al agua para realizar ejercicios que fortalecen las piernas y los brazos. También batearon pelotas frente a una malla y agilizaron sus piernas con sesiones de velocidad entre seis conos naranjas.

Durante una pausa, el lanzador Yomil Maysonet —selección de sexta ronda en el draft de 2018— veía el lado positivo de la cancelación de la temporada de las Menores, ya que él se encuentra en la última etapa de la rehabilitación de su brazo derecho, tras someterse a una cirugía de Tommy John el año pasado debido a una molestia en el codo de lanzar.

“Quería tirar ya este año, pero papito Dios me dio una oportunidad más para seguir rehabilitándome y estar al 100 por ciento. Me viene bien este descanso. Estando aquí, me gusta esto de venir a la playa. He entrenado con París desde los 12 años y antes de firmar veníamos aquí a la playa a entrenar. Estamos bien”, indicó Maysonet.

El también carolinense de 20 años —quien espera ver acción en el próximo torneo de la liga invernal con los Gigantes de Carolina— lanzó en 2018 en la liga de novatos en Arizona de manera limitada al solo acumular 5.1 entradas de labor.

Maysonet, al igual que Velázquez, continuarán recibiendo una dieta de sus respectivas organizaciones hasta septiembre.

Mejor preparación

Los receptores Collazo y Amaro están en la misma página que sus compañeros al vestirse de paciencia para esperar hasta el 2021 por el regreso de la liga menor.

“Esto ahora mismo es una oportunidad para prepararnos mejor. Mis compañeros y yo aquí estamos dando lo mejor de nosotros para tener un mejor año en 2021, dejando esto atrás y que sea lo que Dios quiera para salir de esto pronto”, declaró Collazo, de 19 años y selección de décima ronda en 2019 por los Diamondbacks.

“Nosotros queríamos jugar béisbol para seguir tomando experiencia, pero no se pudo. Ahora estamos entrenando fuerte y aprovechando el tiempo para desarrollarnos mejor para cuando llegue la temporada”, agregó Amaro, de 18 años, y quien firmó el pasado mes con los Rangers por $20,000 al no ser seleccionado en el pasado sorteo de cinco rondas de este año.

De izquerda a derecha, Velázquez, Oscar Collazo (Diamondbacks de Arizona), Fernando Amaro (Rangers de Texas) y Maysonet. (Vanessa Serra Diaz)

Ambos jóvenes vieron con buenos ojos la determinación de las Grandes Ligas de cancelar la campaña de la liga menor por el resto del año debido al coronavirus.

“Siento que la situación es fuerte en Estados Unidos. La pandemia no nos iba a dar la oportunidad de jugar y creo que era conveniente cancelar”, sostuvo Amaro, natural de Cidra y quien será elegible en el sorteo de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC).

Las hospitalizaciones y uso de respiradores en Arizona y Florida, por ejemplo, se han disparado en las últimas semanas.

No es tiempo de recostarse

Para París —asistido en la jornada por expelotero profesional Roberto Andino— la ética de trabajo de los peloteros debe permanecer firme durante el tiempo muerto ante la espera de un regreso a la “normalidad”.

“Primero hay que darle gracias a Dios que estos muchachos están sanos. Para mí, es una bendición poder seguir ayudándolos en su desarrollo. Ellos quieren tirarse al parque, pero con estos entrenamientos mejoran la condición física y fortalecen sus debilidades para que vayan preparados cuando reciban la llamada. El éxito está en los sacrificios y si los muchachos se recuestan ahora la oportunidad no le va a llegar a las manos. Exhorto a todos a que trabajen por su futuro en medio de esta crisis”, recomendó París.

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