Santo Domingo. Estefanìa Soriano, un menuda rubita que no parece temerle a nada, partió anoche para Nanjing, China, donde competirà en los Juegos Olìmpicos de la Juventud.
Antes de emprender el largo viaje, la joven judoca se aseguró de conquistar la presea de oro los Juegos de la Juventud y enviársela a sus padres Mireya y Julio Cèsar, en Bayaguana.
“Esa medalla va para mi casa, para la colección”, expresa. Soriano, de 17 años, quien en la obtuvo al vencer en diferentes instancias a María Pérez, Coral Velásquez y Lorena Sánchez.
Pese a su corta edad, Estefanía ya acumula cerca del medio centenar de chapas.
Sólo en lo que va de año ella se ha colgado en su cuello las chapas doradas alcanzadas en los campeonato del Caribe de Judo (Puerto Rico), Centroamericano y Norte (Costa Rica) y los Juegos Centroamericanos Escolares. La pasada semana no pudo subir al pódium, pero quedó quinto en el Campeonato Mundial Juvenil, que tuvo lugar en Miami.
“Estefania Soriano es una guerrera, una luchadora que en cada combate entrega el alma y el corazón”, destaca Leidy Germán, la decana de la selección nacional de judo.
Estefanìa sabe que en esas olimpíadas tendrá de frente a contendientes del mayor nivel, sobre todo las representantes de China y Corea, naciones con tradición milenaria en esta ruda disciplina.
“No le temo a ninguna. Me siento muy bien preparada porque he entrenado fuerte para este compromiso”, declara con una seguridad que asombra. “Voy por una medalla que sólo Dios sabe de que metal será”.
Lo mismo piensa su entrenador Ruddy Contreras, en cuyas manos está desde que tenía seis años.
“Cuando las recibimos así, tan niñas, nosotros lo que hacemos es ponerlas a jugar en el tátami para que se vayan familiarizando”, explica.
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