Sainz y Verstappen, ansiosos por debutar con un F1 en Monza

Milán. El español Carlos Sainz y el holandés Max Verstappen, debutantes ambos en el Mundial de Fórmula Uno, ya esperan ansiosos su estreno como pilotos de la categoría reina en Monza, el templo de la alta velocidad, donde este fin de semana se disputará el Gran Premio de Italia, el duodécimo del año.
Sainz, que festeja este martes su vigésimo primer cumpleaños, y Verstappen, con 17 años el debutante de menor edad en toda la historia de la Fórmula Uno, integran el equipo más joven de la parrilla, en el que, hasta el momento han causado una más que grata impresión.
El talentoso piloto madrileño, último ganador de las World Series -con récord de victorias en una misma temporada (siete)-, fue anunciado el pasado 28 de noviembre como piloto oficial de la escudería de Faenza (Italia), tres meses después de que se informara de que uno de los volantes sería para la precoz estrella nacida en Hasselt (Bélgica), pero que corre con licencia holandesa.Carlos Sainz y el holandés Max Verstappen
Que ya se había subido por primera vez a un Toro Rosso en el primer libre del Gran Premio de Japón del año pasado, poco después de cumplir los 17.
El debut de ambos en F1, en marzo y en Melbourne, durante el Gran Premio de Australia, que abrió la temporada, fue seguido con enorme expectación, porque los dos llevan el automovilismo en su sangre.
Max -que ya se había convertido en el más joven de la historia en participar en un entrenamiento libre y que ese día, en el circuito de Albert Park batió el récord de precocidad en tomar la salida en una carrera de F1- es hijo del holandés Jos Verstappen, que entre 1994 y 2003 participó en 107 Grandes Premios y que en su primer año, con Benetton, logró dos podios, en Hungría y Bélgica.
Y el progenitor del español es el doble campeón mundial de rallys de mismo nombre, que se coronó en 1990 y 1992 con Toyota.
Sainz -que integró el programa de pilotos jóvenes de Red Bull y que en 2013 participó en los test de Silverstone (Inglaterra), a bordo de ese monoplaza y de un Toro Rosso- se convirtió en el mejor debutante español en una calificación de F1, al acabar octavo la de Australia, donde capturó dos puntos, al finalizar noveno una carrera en la que no puntuó Max, retirado por un problema de motor.
El holandés fue séptimo en la siguiente carrera, en Malasia -donde concluyó un puesto por delante de Carlos-, batiendo en Sepang la plusmarca de piloto más joven en puntuar en un Gran Premio.
Carlos volvió a entrar en los puntos en España y en Mónaco, donde fue noveno y décimo, respectivamente. En Canadá acabó duodécimo y en los últimos cuatro Grandes Premios sufrió todo tipo de vicisitudes para encadenar otros tantos abandonos.

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