COCO GAUFF, LA CENTENIAL QUE ILUMINA AL TENIS

Cori ataca con su revés a dos manos y tira drops. Le gana a Venus Williams en la primera ronda y a Naomi Osaka, campeona en 2019 de Australia, en la tercera ronda del primer Grand Slam del 2020. Pero no quiere que la llamen Cori. Llámenme Coco.

Es el slogan, muy bien elegido, de la marca que viste a Gauff y rescata parte de la esencia de la jugadora que nació en 2004 y arrancó el AO en el puesto 67° de la WTA.

Después de su impacto en Wimbledon 2019, donde también llegó a octavos de final y también superó a la mayor de las hermanas Williams, Gauff fue campeona en octubre en Linz. “Viene Halloween y es uno de mis momentos favoritos del año, supongo que invertiré algo del premio en el disfraz”, dijo tras vencer en la definición a Ostapenko.

“Mi objetivo es ser la mejor de la historia. Esa es mi meta, ganar el mayor número de Grand Slams”, marcó en conferencia de prensa antes de enfrentar a Osaka. Por esos días también se la veía caminando en un rascacielos, atada a unas sogas.

El entrenador de Coco es su papá, Corey, un ex basquetbolista. La línea estricta, que persiguieron otros familiares de exitosos tenistas, no corre para el Señor Gauff: “Mi generación creía en el centro de comando: el entrenador decía ‘hacé esto’ y vos lo hacías, no se preguntaba. Lo que aprendí es que el entrenamiento consensuado es más importante. Yo le recomiendo dos o tres opciones e intento que ella lo compre. Si lo hace, la siente propia y no soy yo diciéndole lo que tiene que hacer”, le relató a Tennis Channel en el último US Open. Tal vez, el libro de Gauff no pueda ser tan bueno como el de Agassi.

La pretemporada para el 2020 de Coco fue en Boca Ratón junto a Serena Williams. Triatlón, buceo, baloncesto, carreras en kayak y karaoke complementaron la actividad en la que conoció al ex boxeador Mike Tyson y al DJ Bob Sinclair, según cuenta una muy buena nota de El País España.

Allí también afianzó su dupla de baile con Serena.

En la tercera ronda de Australia, cuando la derecha de Osaka quedó en la red, Gauff gritó, giró hacia la tribuna y levantó la raqueta. Se metía en los octavos de final de Australia, iba a jugar la segunda semana de otro Grand Slam. En la nota post partido, condensó su esencia: “Quiero conocer a Rod Laver, me quiero sacar una selfie con él”.

A las nuevas generaciones se les destaca cómo pudren a la actualidad, pocas veces se les mira lo que pueden aportar. “Todo el mundo piensa que soy tan seria como en la pista, pero no lo soy. En realidad no me tomo la vida demasiado en serio. Solo quiero divertirme”, dice la chica de 15 años que sueña con likes en Instagram y ser la mejor del mundo.

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