¿EL RELEVO DE GABRIELA SABATINA? ARGENTINA TIENE CANDIDATA, DE 16 AÑOS

Noviembre de 2018. Córdoba. En pleno Women’s Circuit de 15 mil dólares en premios, torneo equivalente a los actuales ITF World Tour W15, una pequeña marplatense se lleva todas las miradas. Dueña de un estilo ofensivo atípico por estas latitudes, con sólo 14 años y cuatro meses consigue su primer punto WTA tras vencer 6-0, 3-6 y 6-4 a Delfina Glorioso.

La misma edad con la que lo logró, por caso, una tal Gabriela Sabatini. Aquel certamen, disputado en el complejo OSPACA de Villa del Dique, significaría apenas el segundo torneo profesional en la corta pero promisoria carrera de Solana Sierra, el diamante en bruto del tenis femenino que carga con un raquetero rebalsado de sueños.

Formada en el club Teléfonos y entrenada por la ex jugadora Bettina Fulco, la marplatense acaba de cumplir 16 años y emerge como uno de los mayores proyectos a nivel nacionalpor dos razones: los resultados acumulados, tanto en juniors como en mayores, y el arquetipo de juego por el que suele asemejarse a las tenistas de origen europeo. 

Despliega un tenis moderno, busca la iniciativa, genera aperturas y suele evitar los puntos cortos; más bien le gusta jugar a tres o cuatro pelotas y pararse bien adentro de la cancha. Quizá haya sido esa pulsión por buscar las líneas la que la llevó a colocarse como la novena jugadora más joven en el listado WTA, después de haber puntuado en cuatro de sus cinco participaciones profesionales.

Mi juego es muy agresivo, siempre intento atacar desde la devolución y terminar los puntos en la red. Creo que mi estilo se asemejaría al de Serena Williams por la agresividad y la potencia”, explicó Solana, en diálogo con Líbero, pocos días después de haber vuelto a los entrenamientos tras la cuarentena en Mar del Plata.

A diferencia de otras jugadoras del país, Solana no tuvo ningún tipo de espejo familiar para inclinarse al tenis. Papá Omar, profesional en sistemas, y mamá Marta, médica veterinaria, jamás tocaron una raqueta. Pero la joven marplatense, hija única, se crió en el barrio Perla Norte con cierta influencia deportiva: de chiquita hizo danza y llegó a destacarse en natación, aunque en un momento debió elegir el tenis porque escaseaba el tiempo para todo. Antes, con apenas tres años, ya sorprendía por su capacidad motriz, por lo que su padre la llevó a tomar clases de tenis.

Conocí a Solana cuando tenía tres añitos. Su papá me pidió que le diera clases pero le dije que no porque, a esa edad, le habría robado el dinero. Le enseñé ejercicios y le mostré las pelotas de Play and stay (NdR: bolas de baja presión para chicos) para que fuera jugando en la casa. Cada tres meses venían Solana y su papá para charlar, hasta que un día el padre me dijo: ‘Bueno, ahora sí, ya pasa varias pelotas por arriba de la red’. Era una enanita de cinco años, la puse en la escuelita y rápidamente se diferenció del resto de los chicos”, rememora Fulcoex número 23 del ranking WTA y cuartofinalista de Roland Garros en 1988.

Así comenzó su camino en el tenis. Con siete años empezó a competir, se destacó a nivel nacional y llegó a ser número uno de Argentina en las tres categorías, sub 12, sub 14 y sub 16. Los resultados no la abandonaron en el ámbito internacional. Fue campeona sudamericana sub 14 por equipos en Ecuador, en 2018, la misma temporada en la que consiguió una beca para competir en torneos de Tennis Europe. En aquella gira se consagró en Düren, Alemania, en el prestigioso International Deutchs Düren, tras eliminar en el camino a la filipina Alexandra Eala, campeona ese año en Les Petit As, el torneo más importante del mundo sub 14. También ganó el Masters COSAT y logró la clasificación a la Copa América en Orlando, además de alcanzar los cuartos de final en el Junior Orange Bowl de Miami. Hacia fin de año, en tanto, lograba aquel primer punto WTA en Villa del Dique.

Ya en 2019 comenzó a mechar junior con algo de profesionales y no dejó de deslumbrar. Volvió a consagrarse campeona sudamericana en Chile, en sub 16, y descolló en la Junior Fed Cup en Lake Nona, Orlando, donde ganó cinco de sus seis singles, con victoria incluida ante la checa Linda Noskova, top 50 del ranking ITF.

Al mismo tiempo, entre las mayores, logró sumar en todos los torneos que jugó por puntos WTA. Y lo hizo contra jugadoras más experimentadas: alcanzó su primera semifinal en el W15 de El Abierto, en Saavedra, y llegó a octavos de final en el W15 de Obras, actuación que le permitió aparecer en el ranking profesional. Sobre fin de año incluso brilló en el W60 de Colina, Chile, categoría semejante a un Challenger de varones: derrotó en la qualy a la brasileña Thaisa Pedretti, top 350 mundial, y revalidó su ubicación en el listado WTA -hoy es 1131ª-. La propia Solana se sorprendió por sus resultados, aunque no duda de sus capacidades con vistas al futuro: “No me esperaba entrar tan rápido en el ranking WTA, pero cuando lo logré sentí que tenía el nivel para estar ahí”.

El coronavirus frustró los planes de la marplatense tras un prometedor inicio de año. Antes de la llegada de la pandemia, en febrero, se había convertido en la jugadora más joven en conquistar el Sudamericano JB1 de Brasilia, el tercer torneo más importante de la región, éxito que la colocó entre las cien mejores juniors del mundo (hoy figura 97ª). “Estamos tristes porque no vamos a cumplir nada de lo que proyectamos, sobre todo jugar los Grand Slams, pero esperamos volver a entrenar pronto”, describió Fulco, quien ya planifica el crecimiento de Solana en cancha dura, superficie en la que se desarrolla la mayor parte del circuito: “Necesita foguearse más en cancha rápida, se siente cómoda y le corre muchísimo la bola. Si quiere ser profesional tiene que apuntar sí o sí a jugar bien en duras. En caso de que no se juegue más este año, tengo proyectado que vaya en enero a tres torneos profesionales en Cancún”.

La planificación de Bettina tiene un vínculo ineludible con los objetivos a largo plazo que empujan a Solana: “Mis mayores sueños son meterme entre las cien mejores de la WTA y, sobre todo, ganar el US Open”. Si bien hay un largo camino por delante, la ilusión es su mayor motor para triunfar.

La parte mental, clave en el desarrollo

En el entorno de Solana Sierra entienden que el aspecto emocional resulta cada vez más determinante en el tenis profesional y, por ello, sumaron una pata clave en el proyecto: la psicóloga deportiva Mariela García, quien se incorporó semanas atrás al equipo que conforman la entrenadora Bettina Fulco, la preparadora física Claudia Castillo y el kinesiólogo Damián Jaime, que hace las veces de segundo coach.

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