Aliona Bolsova, la promesa del tenis español femenino

A sus 17 años es la única española de pasaporte que queda en la presente edición del Open de Australia. Responde al nombre de Aliona Bolsova. Nacida en Kishinev (Moldavia), Bolsova emigró a España siendo una niña junto a sus padres, que querían una vida mejor para su hija y tuvieron sus dudas entre España y Australia. Se instaló en Llafranc, cerca de Barcelona y entendió que lo suyo era el tenis cuando vio ganar a Maria Sharapova la final de Wimbledon 2004 a Serena Williams.
«Sharapova fue desde entonces mi referente», confiesa tras clasificarse por primera vez en su corta carrera para los cuartos de un ‘Grand Slam’ en categoría júnior. Bolsova, que obtuvo la nacionalidad española hace dos años, no tendrá que debatirse en su mayoría de edad entre defender a España o Moldavia como ha hecho Garbiñe Muguruza o podría hacer Paula Badosa, española por parte de padre y estadounidense por parte de madre, «porque solo tengo un pasaporte y es español. Lo único que tengo que esperar hasta 2016 para dedender a mi país porque jugué con Moldavia la Summer Cup».
Cabe recordar que la normativa de la Federación Internacional de Tenis obliga a que pasen tres años para jugar por un país si anteriormente lo has hecho con otro. Aliona se formó tenísticamente en el ‘Top 10’ de Santa Cristina al lado de Badosa, de la misma generación, solo las separa 10 días, y que se ha convertido en su mejor amiga y confidente.Aliona Bolsova
Juntas coincidieron después en la Academia de Pancho Albariño en Valencia. Pero Bolsova probó la aventura en Miami antes de apostar la pasada campaña por el proyecto que la Federación Española de Tenis le ofreció en el CAR de Sant Cugat donde está junto a la mayoría de promesas del tenis nacional: Julia Payola, Cristina Bucsa, Paula Arias y Eva Guerrero. Jaume Antonio Munar, Pedro Martínez, Alvaro López, Eduard Güell y Carlos Divar.
A la tenista moldava de nacimiento pero ahora española, le viene de genética el deporte. No en vano sus padres, Vadin Zadoinov y Olga Bolsova estuvieron en tres y cuatro Juegos Olímpicos, respectivamente, en las modalidades de 400 vallas y salto de longitud y de altura. «El deporte me viene un poco de genética pero yo escogí tenis porque no me gusta el atletismo», afirma.
Con 15 años, Aliona ya probó suerte en el Open de Australia júnior donde pagó la novatada. El año pasado entraría en el cuadro de Roland Garros, Wimbledon y el US Open. «Cuando ya sabes cómo son estos torneos es una ventaja porque la primera vez te dedicas a ir a ver partidos pero ahora ya estoy solo para mis partidos. El sueño de cualquier tenista es ser la número 1», comenta. Después de Melbourne, tiene como cita marcada el Masters júnior en China donde acudirá junto a Munar.
A Bolsova le gusta la tierra, aunque su tenis agresivo se adapta mejor a la superficie rápida. «Tengo buen saque y tiro de derecha». Asi se describe la flamante cuartofinalista española en Australia. «Una de mis supersticiones es no mirar los cuadros. Solo conozco a mi siguiente rival». Será la húngara Dalma Galfi, quinta cabeza de serie. Bolsova es la cuarta favorita.
Con ella viaja un tatuaje en la espalda que es como una filosofía de vida: Limitations only exists if you let them (las limitaciones solo existen si tú lo permites).

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