Nacido en Austria con un padre alemán y una madre rusa, el joven tenista Nicola Kuhn (17 años) vive desde que era un bebé en la provincia de Alicante, en la costa mediterránea, y el año pasado obtuvo la nacionalidad española, a quien espera dar grandes títulos en el futuro.
Este sábado, Kuhn tenía ya un día muy importante en su todavía corta carrera: dos finales en Roland Garros, en el torneo júnior. Perdió la primera, la de individuales, y ganó la segunda, la de dobles.
«Los júniors son muy relativos. Puedes ganar aquí en júnior y en dos años no ser nadie», había explicado el viernes tras su pase a las semifinales, sorprendiendo a todos con una madurez muy poco habitual en un joven de 17 años.
Nicola nació en Innsbruck (Austria), pero de casualidad: «Mis padres viajaban mucho. Estaban de vacaciones y yo decidí salir ahí», cuenta con una sonrisa.
Su padre alemán, que se dedica al montaje de ferias y exposiciones, decidió junto a su esposa rusa criar a su hijo en España, donde tenía una casa de vacaciones en Torrevieja, uno de los principales centros turísticos de la costa de Alicante.
«Yo de alemán o ruso tengo el pelo, los ojos y poco más», puntualiza, recordando que su familia se mudó a España cuando él tenía 3 meses, con lo que ha vivido siempre en España.
Crecer en un hogar con tantas influencias y orígenes diversos le permitió desde muy pequeño viajar al extranjero, tanto de vacaciones como para ver a su familia en Alemania y Rusia.
Habla cuatro idiomas (español, alemán, ruso e inglés), dice entender «muchos más» y que ahora está estudiando francés, el país de su fisioterapeuta.
«Pienso en varios idiomas, pero siempre tiendo más al español que al alemán o al ruso», aclara.
De pequeño sus pasos parecían más dirigidos a los deportes de motor que al tenis e incluso llegó a ser campeón de España de karting.
Ahora cuenta los días para cumplir los 18 años y poder sacarse el carnet de conducir.
«La Fórmula 1 no la puedo seguir mucho porque paso muchas horas entrenando, pero entre Alonso y Vettel creo que me inclino por Vettel», cuenta.
– Academia de Ferrero –
«También me gusta jugar al golf y, como soy de Torrevieja y estoy cerca del mar, también pescar», añade ante las preguntas de los periodistas, deseosos de conocer al nuevo diamante en bruto del tenis español. Incluso se permite bromear cuando le dicen que Rafael Nadal también es aficionado a la pesca: «Si Nadal me invita a su yate, perfecto».
En el tenis empezó con 5 años de la mano del argentino Pedro Caprotta, su primer entrenador, y a los 12 años ingresó en la academia que el extenista español Juan Carlos Ferrero, campeón de Roland Garros en 2003, tiene en Villena (Alicante).
Estuvo allí hasta hace apenas un par de meses, cuando decidió regresar a Torrevieja a las órdenes de su primer entrenador, al considerar que en la academia de Ferrero había tocado techo.
Su objetivo, insiste, no son las competiciones júnior, sino poder tener una carrera importante en la ATP.
Por el momento ha dado ya un primer paso, al ganar recientemente un torneo ITF Future en Hungría, lo que le ha permitido ascender hasta el puesto 581º en el ránking absoluto.
Su gran Roland Garros no hace sino reforzar las sensaciones de que puede tener una carrera importante.





