Kostyuk, en un Grand Slam con 15 años

Marta Kostyuk es ucraniana, nació en 2002, es decir, tiene apenas 15, y este lunes se estrenó en el cuadro principal de un grande, donde ha conseguido su primera victoria.
Es la niña del Open de Australia, en cuya pista 7 la 521ª jugadora del ránking WTA venció en menos de una hora a la 27ª, Shuai Peng, por un doble 6-2. Su precocidad recuerda a la de otras raquetas como Justine Henin, Anna Kournikova o Dinara Safina. Todas, como ella, ganaron su primer título profesional con 14 años. Vencedoras en pleno estirón.
Sólo la prudencia y la constancia tanto de ella como de su entorno, además de su determinación, conducirán al éxito a esta adolescente, pero los mimbres están ahí. Vigente campeona del Open de Australia júnior en su primera participación en un evento de esa categoría, fue precisamente ese título el que le dio la oportunidad de recibir una invitación para la fase previa con los mayores.
Tras batir a sus tres rivales, ha alcanzado el cuadro principal. Una lesión de la china Peng, mermada durante el choque, le ha ayudado a avanzar a la segunda ronda, pero no puede decirse que no se ganara a pulso el sitio. La victoria supone que desde los tiempos de Martina Hingis, que con dos meses menos que ella llegó hasta los cuartos en 1996, no se haya visto nada parecido en Melbourne.
Su madre, ex tenista, es su entrenadora, pero Marta está representada por Ivan Ljubicic, el entrenador de Roger Federer. El croata se sienta en la grada a presenciar los partidos de Kostyuk cuando los compromisos con el helvético se lo permiten.
«La edad no es nada para mí», recoge las palabras de la protagonista la Federación Internacional de Tenis. «Cuando la gente me dice que gano a chicas 10 años mayores que yo digo: ‘¿y qué?’ Las chicas de 25 años juegan contra mí y se ponen tensas cuando empiezo a ganar». No le falta carácter.
En su palmarés está también el Torneo de Maestras júnior que ganó en Chengdu, China, donde se impuso sin ceder ni un set en toda la semana. Ya es la número dos del planeta en esa categoría, y empieza a ser reconocida también por sus celebraciones de títulos, que incluyen sobre la cancha una voltereta hacia atrás.
Mientras se plantea si volver a competir este año en el cuadro júnior, dependiendo de lo lejos que llegue en el principal, el miércoles se verá con la local Olivia Rogowska, 168ª del mundo. El gran sueño para ella sería enfrentarse a su compatriota Elina Svitolina, la mejor tenista ucraniana de la historia, con quien podría cruzarse en una hipotética tercera ronda.

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